Tres años después de sacar al mercado sus minirroscas de ración que sigue vendiendo fundamentalmente para hostelería en el norte de la provincia de Pontevedra y el sur de la de A Coruña, A Fogaza vuelve a innovar y acaba de idear una rosca elaborada con mantequilla de vaca sin lactosa. Su gerente y administrador, José Manuel Loureiro, se muestra convencido de que es la primera del mercado. Siempre atento a las nuevas necesidades del público, Loureiro pensó en elaborar este novedoso producto al escuchar en las cafeterías pedir leche sin lactosa. Pensó que si los clientes no podían consumir sus roscas por este motivo merecía la pena esforzarse para proporcionarles el dulce adecuado para acompañar el café con leche sin lactosa que toman de desayuno.

Sin embargo, el proceso de gestación de este nuevo producto ha sido complicado. Hijo y nieto de panaderos, es fiel a la receta tradicional que ya tenía su familia cuando nació hace 43 años. Aquel niño -que aprendió a cascar los huevos, a pintar las roscas con huevo y a colocar frutas confitadas en las roscas en las largas jornadas de Semana Santa en las que, durante su infancia, los vecinos acudían a la panadería de Sequeros en la que se crió para ayudarles a elaborar roscas y luego confeccionar y cocer gratis las suyas- no quería usar margarina sino mantequilla sin lactosa. Le costó pero la encontró en Bélgica. Luego tuvo que buscar la proporción adecuada. Intentó tenerla lista para principios de año, dado el auge del roscón de Reyes, pero no lo consiguió. La untuosidad de la mantequilla le exigió mucho trabajo para dar con las proporciones adecuadas.

No es la única novedad por la que apuesta A Fogaza esta Pascua. También ha ideado una rosca en cuyo hueco central va un huevo de chocolate con sorpresa. Busca así ajustarse a las exigencias de los niños y al gusto de los mayores. Para ello trabajan a tope estos días en suel obrador y el horno de A Fogaza.