Continúa sin haber noticias de Julio Félix Fernández Vázquez, el vecino de la parroquia silledense de Saídres que salió de su casa hace hoy justo medio año y no regresó. La familia vive en la incertidumbre total y afirma que todo sigue exactamente igual y que desde hace tiempo nadie se pone en contacto con ella para saber como va la investigación, que asumió, al cabo de un mes la Policía Judicial. Los familiares tenían la esperanza de que fueran los cazadores quienes dieran con su paradero o con alguna pista, pero el resultado, tras terminar la temporada de caza, fue infructuoso.

"Es igual que pase medio año, que cinco meses, que cuatro, para nosotros todos los días son iguales y nos acuerda lo mismo", expresó ayer Paula Fernández, sobrina del desaparecido. Para la familia es muy duro porque no se está haciendo nada por encontrar a una persona que está desaparecida. "Existe una falta de interés y de despreocupación por parte de toda esa gente que se supone que está para eso". En estos momentos, según la familia, todo está parado. "Ahora llevamos un tiempo que no seguimos buscando por nuestra cuenta porque no sabemos por donde mirar". Fernández recalca que desde hace tiempo nadie se pone en contacto con ellos. "Poco después de parar la búsqueda, cuando estuvo la Científica en casa, ya no volvimos a saber más nada". Hace poco ella sí que se puso en contacto con un guardia "que me dijo una frase, que por desgracia se cumple: este caso, como otros, acabará cayendo en el olvido, y no hay más que verlo". Mientras, se apoyan en familiares y amigos para tratar de soportar estos meses tan duros sin Julio. Desconocen por completo que le pudo pasar al septuagenario y en dónde puede estar, porque tras su desaparición aquel 11 de octubre revisaron rincón por rincón las distintas aldeas de los alrededores e incluso, más allá tras recibir pistas de que podría estar por otras zonas, bastante alejadas de su domicilio. "No sabemos nada a estas alturas, cualquier cosa le puedo haber pasado". Pero los familiares no quieren que esto queda en el olvido.

Julio Félix Fernández Vázquez, de 72 años y con alzhéimer, había salido de su vivienda por la mañana a dar un paseo, como hacía de costumbre, y ya no se supo más nada de él. Aunque es natural de la parroquia de Cortegada, residía desde hace seis años con su hermano Luis y demás familia en el lugar de Aldea Grande, en la parroquia de Saídres. Durante los días posteriores, familiares, amigos, vecinos y voluntarios de distintos puntos contribuyeron en las labores de rastreo, que también se completaron por aire y con la ayuda de perros especializados. De hecho, hasta Saídres llegaron dos canes desde Madrid, que uno fue clave para encontrar el cadáver de Arthur Robinson Lliteras, el niño de seis años que desapareció en Mallorca por las inundaciones.