En la comarca de Deza podemos presumir de cultura. Fiestas gastronómicas, bandas musicales, grupos teatrales, un complejo ocio-cultural entramado alrededor de las instalaciones que ostentan los municipios, de las que también podemos presumir, sobretodo por su número. Una decena de auditorios se dispersan por el territorio dezano, de los cuales nueve son propiedad de los Concellos. Únicamente el auditorio ubicado en la Feira Internacional de Galicia pertenece a otra entidad, en concreto a la Fundación Semana Verde. Aunque su uso es prácticamente público. Más de 3.000 butacas conservan en total estas instalaciones que darían cabida a toda la población del municipio de Rodeiro, sobrando todavía plazas para invitados foráneos. Bandas, corales, agrupaciones musicales pero también exposiciones, obras de teatro, tienen cabida en mayor parte a estas instalaciones que se antojan demasiadas.
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En la cabecera comarcal hay tres auditorios en todo el municipio. El Auditorio Municipal de Lalín fue creado en 1990, aunque se realizó una ampliación de las instalaciones en el año 2004. Las dependencias están regidas por el Patronato Cultural creado en 1991, para la gestión del Conservatorio no estatal de grado profesional, carácter que le concesión la Xunta de Galicia. En total tiene 845 butacas, 470 en la Sala tuno Valdés, y 375 en el Salón Teatro. En estas instalaciones se realizan actividades de grupos de teatro, conferencias, exposiciones de pintura, como también conciertos y festivales de Navidad. Además este auditorio es la sede la Banda de Música de Lalín o del Conseratorio de música clásica. Una de las históricas demandas que ha presentado el BNG de Lalín tras la presentación de los presupuestos de la Xunta, es que la Consellería de Educación asuma el Conservatorio Profesional del municipio. Una petición que ha sido respaldada por el grupo de gobierno en más de una ocasión y que llevada a pleno el pasado julio, es más, y aprobada por unanimidad para que el Conservatorio, que cuenta con 175 alumnos y 15 profesores y es deficitario en 220.000 euros al año, sea asumido por la administración autonómica.
Los otros dos auditorios del municipio, el de Vilatuxe y el de Moimenta, cumplirán una década el próximo marzo. El de la parroquia de Vilatuxe posee 165 butacas y es principalmente utilizado por la banda musical. A pesar de que las instalaciones tiene varias aulas, el presidente de la formación musical reclamó en verano un ampliación de las dependencias, debido al aumento de los alumnos de la banda, se les queda pequeño. Asimismo, el Auditorio de Moimenta también es principalmente para el uso de la banda de música, solo que en este caso, las instalaciones no cuentan con aulas pero sí con alrededor de 120 butacas. En este sentido, el gobierno local tiene presente esta deficiencia que tiene en mente solventar. Todas estas instalaciones son municipales y son gestionadas por la Concejalía de Cultura.
En Silleda, donde el folklore y la actividad musical es muy notoria, hay dos auditorios para llevar a cabo muchos de los eventos culturales que se desarrollan en el municipio. Uno de ellos es de gestión municipal, mientras que el otro, el ubicado en la Feira Internacional de Galicia (FIG), es propiedad de la Fundación Semana Verde, aunque un convenio con el concello de Trasdeza permite a muchos de los grupos de la localidad realizar actividades como si se tratase de unas instalaciones públicas.
El Auditorio Manuel Dopazo ubicado en A Bandeira fue inaugurado el 17 de diciembre de 2004. En él se encuentran las dependencias de la Escola de Música de Silleda, así como también es lugar habitual para los ensayos para grupos como Xirandola o Fortín da Pomba. Aunque este verano se puso en marcha una remodelación de diversos aspectos de la edificación como la accesibilidad para personas como movilidad reducida.
No obstante, el auditorio de la Semana Verde, de 1996, está ubicado en el Centro de Congresos de la FIG y cuenta con 624 asientos, además de cinco salas con capacidad de entre 40 y 135 personas. Además del convenio con el Concello, por el cual se realizan festivales de navidad, obras de teatro, actuaciones musicales o monólogos, también acoge jornadas técnicas, mítines o entregas de premios. Cabe destacar que los mítines políticos es uno de los actos más común en los auditorios de Deza en época electoral.
Uno de los casos más destacados es el de Vila de Cruces, pues en su municipio hay cuatro auditorios repartidos entre el territorio. El mayor de todos, el Auditorio Xosé Casal con 417 butacas. Es la instalación municipal cultural referencia de la administración local, en ella se celebran actividades casi todos los días del año y cuenta con conserje propio. Fue inaugurado en 2003. Aunque el primero de los auditorios en Vila de Cruces fue el Valero Guzmán de la parroquia de Merza, aunque también es el que menos número de plazas cuenta junto con el Bernardo García del Río de Gres, ambos con 120 asientos. En Valero Guzmán, además de diversas actividades municipales, la Banda Artística de Merza es el mayor usuario de las dependencias. Lo mismo ocurre con el Bernardo García del Río, pues la Banda Unión Musical de Ponteledesma lo utiliza como centro de ensayo y de actuaciones. La edificación fue construida en 2006. El auditorio más reciente del municipio es el de la parroquia de Fontao, que cuenta con 127 butacas. En esta construcción fechada de 2012, abundan los eventos culturales municipales además de actos de diferentes asociaciones del municipio. Desde el gobierno local destacan la gran variedad de oferta cultural que presentan durante todo el año para mantener activas las cuatro instalaciones.