"Vivan las castañas tan blancas por dentro, que buenas que están. Son frutos muy secos, que el otoño nos da". Canciones de este tipo fueron interpretadas por los 275 alumnos del Colexio Nosa Señora de Lourdes de A Estrada ayer, en su fiesta del magosto en homenaje a estos particulares dulces de otoño. Y es que la temporada de buscar una lareira y asar un puñado de castañas para degustar entre amigos y familiares no ha hecho más que empezar, aunque el calor de estos días pueda desorientar un poco a los estradenses.

Esta situación no fue un impedimento para el centro educativo, que comenzó el día bien temprano. Los jóvenes recorrieron distintas rutas de senderismo por el entorno natural que rodea las instalaciones del colegio, ubicado en la parroquia estradense de Matalobos. La directora del centro, Dolores Otero, detalló que los más mayores incluso aprovecharon para recoger algunas setas y conocer más a fondo los productos otoñales que brindan los bosques estradenses en esta época.

A la hora de comer, todos se reunieron en el campo del colegio para disfrutar de un picnic campestre, compuesto por unos bocadillos, una pieza de fruta y agua. Y a continuación, llegaron las protagonistas de la fiesta en forma de postre: una buena ración de castañas asadas para cada uno. Todo ello estuvo acompañado de una celebración musical, en donde los propios alumnos interpretaron canciones típicas del otoño.

La tarde se completó con otras actividades de ocio, algunas prácticas deportivas y muchos talleres, en donde los niños aprendieron a hacer manualidades con hojas del otoño, a clasificar setas, a conocer los animales otoñales y su comportamiento, y otros juegos destinados a despertar todo tipo de sensaciones.

La celebración concluyó alrededor de las 17.30 horas, momento en el que suena habitualmente el timbre de salida cada miércoles. Aunque en este caso, a los chicos, les pareció más un día con sabor a viernes por la tarde. Y es que Otero explicaba que la idea de festejar el magosto en medio de la semana tenía truco. "Esta es una fiesta pero también es una actividad pedagógica al mismo tiempo. Los niños aprenden mientras se divierten", explicó. Así, los 275 alumnos del Colexio Nosa Señora de Lourdes cantaron ayer al otoño a todo pulmón: "Vivan las castañas asadas y crudas que buenas que están los niños las toman, también por Navidad."

Con todo, hasta final de año todavía queda tiempo para degustar los dulces de otoño.