Los ganaderos de las comarcas de Deza y Tabeirós Terra de Montes recordarán 2012 como uno de los años más negros para su economía. A las pérdidas derivadas del bajo precio que cobran por la venta de su leche y del incremento de los costes de producción -que también afectan a los productores de carne-, suman los reveses que para sus bolsillos ha supuesto el fallecimiento de reses víctimas de los ataques de lobo.

El número de casos prácticamente se ha duplicado con respecto a 2011, según las cifras facilitadas por la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, que ha realizado el cómputo de los daños hasta el día 30 del pasado mes de noviembre. El balance total de ambas comarcas sitúa en 27 el número de expedientes abiertos por la Administración autonómica, 12 más que en el anterior ejercicio. Las cifras no son buenas para el sector, aunque reflejan una situación más optimista si se compara con los índices de ataques registrados hace dos y tres años, en que en los nueve concellos de la zona hubo 49 y 57 expedientes abiertos respectivamente.

A Estrada es el municipio más afectado, tanto por número de casos como de reses muertas. Los ganaderos estradenses presentaron en la Consellería 11 reclamaciones a lo largo del año que ahora remata. Supone el 40,7% de los expedientes reconocidos e indemnizados por la Xunta. Le sigue Lalín, con seis denuncias formalizadas; Dozón y Cerdedo, con cuatro casos cada uno; y Forcarei y Rodeiro, con una reclamación por concello. Por su parte, el departamento que dirige Agustín Hernández, no ha tenido constancia de ninguna incidencia en Agolada, Silleda y Vila de Cruces.

Solo Agolada, Forcarei y Rodeiro mantienen las cifras con respecto a 2011. En el primer municipio siguen sin detectarse ataques, y en los otros dos se computa uno por municipio, al igual que el año pasado. En el resto de los casos, el incremento de incidentes es notorio. Dozón, que en el anterior ejercicio se libró de las consecuencias del lobo, sufrió este año cuatro incidentes. A Estrada pasó de ocho a 11; Cerdedo, de uno a cuatro; y Lalín de uno a seis. Solo las explotaciones de Silleda, Vila de Cruces y Agolada se libraron de las garras del cuadrúpedo y redujeron en positivo sus estadísticas. En el municipio trasdezano hubo dos casos en 2011 y en el cruceño uno, mientras que Agolada no computó ninguna muerte, al igual que en 2011.

El balance facilitado por la Consellería de Medio Ambiente eleva a exactamente 60 los animales pertenecientes a la cabaña ganadera que perecieron víctimas del lobo. El 55% de los fallecidas fueron ovejas -33 en total-, y el 23,3% reses de vacuno -14 en los nueve municipios-. En menor medida, los criadores de Deza y Tabeirós- Terra de Montes lamentaron la pérdida de siete cabras y seis cabezas de equino.

Por concellos, A Estrada vuelve a encabezar el ranking, copando el 33,3% de los 60 animales perdidos, al sumar un total de 20. El segundo municipio más perjudicado es Lalín, que cuenta 16 muertes, seguido muy de cerca por Dozón, con 14. Cerdedo registra siete; Rodeiro, dos; y Forcarei, solo una.