El alcalde lalinense, Xosé Crespo, respondió ayer con dureza a los ataques de la oposición en los puntos de debate sobre la financiación del nuevo consistorio, sobre la que el gobierno ha tenido que reconocer la falta de liquidez en la partida correspondiente y ha tenido que desviar 478.000 euros de remanente de tesorería con el fin de abonar una nueva certificación de estas obras. Crespo, que dejó entrever la tensión que genera la búsqueda de financiación en un mal momento económico por la nula venta de solares de patrimonio municipal de suelo, admitió que casi con total seguridad habrá que recurrir a préstamos que incrementarán la deuda municipal para pagar el edificio.

El alcalde indicó que por ahora no se necesario acudir a créditos porque el gobierno hizo una buena gestión que le permite tener fondos y culpó de la crisis actual al Gobierno central. "Temos un traspé por culpa dunha crise causada por un goberno trasnoitado e de pandeireta que se adica a dar dúas bombillas mentres lles afunden as empresas".

Crespo indicó que elaboraron varios planes económicos para pagar el "Castro tecnolóxico" y se encuentran "no peor dos escearios que tiñamos previsto", pero se mostró confiado en pagar el nuevo concello con partidas de la Xunta y la Diputación, la venta de los dos locales libres, los rendimientos del patrimonio municipal cuando se acabe la crisis y, posiblemente, el endeudamiento.

Además, admitió que está arriesgando más que la oposición y que al final de la legislatura, con la obra acabada y pagada, será el momento de hacer balance, aunque augura que será exitoso.

En este punto, la oposición intentó acorralar al regidor sobre la cuantía de los préstamos, pero Crespo se limitó a señalar que será "o mínimo". El socialista Manolo González Aller preguntó por las vías para pagar 4,9 millones de euros entre 2010 y 2011 y auguró que, junto al Lalín Arena y la indemnización de la Praza Europa, habrá que afrontar un incremento de la deuda de entre 5 y 7 millones de euros. Por su parte, el nacionalista Francisco Vilariño defendió que el concello se endeude, pero no para esta obra e insistió, sin éxito, que Crespo le cifrará los incrementos de precio de una obra que el líder del BNG cifró en 12,7 millones de euros incluyendo los emolumentos de arquitectos y técnicos.

Finalmente, Crespo, que insistió en su defensa de un edificio que tildó de "emblemático" para Lalín, señaló que en la actualidad su preocupación no estriba principalmente en como abonar los pagos que quedan del nuevo consistorio "senón no que estou ouvindo de graves problemas para as empresas do Deza, que están caendo coma moscas e sobre as que, por desgraza, dentro de pouco haberá novidades".