El Concello de Lalín comenzará a implantar antes de las fiestas de Los Dolores, que arrancarán el 19 de septiembre, el plan de tráfico acordado con distintos colectivos en una reunión celebrada el 19 de febrero. Ha transcurrido medio año desde la presentación del plan por parte de la edil Nuria Rodríguez Carral, el 3 de enero; la tardanza en su aplicación obedece, según la concejala, a las reticencias encontradas entre los taxistas. Ahora el alcalde, Xosé Crespo, exige pasos para activarlo en lo que queda de verano. "Va a ser inmediato", dice Carral. Se empezará por la instalación de señalización vertical y los cambios de direcciones, que dejarán de sentido único las calles B y C una vez que esté operativa la ronda este, muy avanzada.

La implantación del plan se llevará a cabo de forma "gradual", en palabras de la concejala de Tráfico. De este modo, la extensión de la zona azul a cinco calles (Principal y Joaquín Loriga, que ya la tiene, y Pintor Laxeiro, González Taboada y Calvo Garra) tardará más en implantarse, debido a que exige un sistema de vigilancia que desborda los medios humanos de que dispone actualmente la Policía Local. Por eso, el gobierno se plantea la posibilidad de contratar los servicios de una empresa externa para efectuar la vigilancia, aunque las competencias sancionadoras seguirían siendo de la Policía Local. "Estamos buscando la fórmula legal para que se adecue a las necesidades que planteamos", explica Rodríguez Carral.

Lomos de burro

En cuanto a la instalación de lomos de burro cerca de zonas escolares y parques o en calles céntricas como Luis González Taboada y B, se llevará a cabo "paulatinamente", ya que "son muchos". De momento, no hay fecha para comenzar. Carral mantiene reuniones con el también edil Camilo González Bodaño para planificar las obras que deben realizarse.

Otra actuación pendiente de realizar es el cierre de la calle Rosalía de Castro en la zona de vinos los fines de semana, propuesta por los hosteleros a través de la Asociación de Empresarios de Deza. La peatonalización afectaría al tramo comprendido entre las calles Fonte Sanguiña y Molinera, dejando libre el acceso al aparcamiento de la feria y a los garajes. Aunque se había dicho que se haría efectivo en verano, de momento sólo se cerró el pasado sábado por la celebración de un concierto. Carral está pendiente de reunirse con los hosteleros para ultimar detalles como los días y horas de cierre. Primero se había dicho que sería los viernes y sábados desde las 19 horas, pero ahora se baraja realizarlos sólo los sábados y a las 20 horas, para no ocasionar perjuicios a comercios. En todo caso, Carral afirma que se podría ampliar el cierre en función de los "flujos de gente" que se registren en esta área de ocio.