Los actos vandálicos han vuelto a recrudecerse en distintos puntos del casco urbano de Lalín en las últimas jornadas coincidiendo con la llegada del buen tiempo. En estas fechas, las plazas Europa y Vila de la capital dezana han sido los escenarios de las últimas gamberradas, consistentes básicamente en destrozos y en la realización de numerosas pintadas en el mobiliario urbano.

El principal objetivo de los vándalos en los últimos días ha sido la oficina de turismo, radicada en la Praza da Vila. Este recinto se instaló en este foro el pasado verano y apenas había sufrido algún que otro daño pese a permanecer, sin uso, durante todo el invierno. En los últimos días, ha sufrido destrozos en sus ventanas con rotura de cristales y también en algunas de sus paredes de madera. Además, también se ha sustraído el escaso material, básicamente algunos mapas, que permanecía en su interior.

Eso sí, cada vez sufre de manera más constante el ataque de los grafiteros, que dejan sus dibujos, firmas o señales tanto en los cristales como en la madera. Precisamente, las pintadas se han puesto "de moda" en la Praza da Vila, que las sufre en sus carnes en espacios como piedras, muros, bancos o papeleras.

Los grafitos también están proliferando en las últimas fechas en otro punto habitual de los actos vandálicos, la Praza Europa. En concreto, la superficie acristalada anexa al parque infantil ha padecido recientemente los efectos de varias pintadas que afean su aspecto y se unen a otras existentes en el recinto.

Los actos vandálicos son precisamente una de las preocupaciones del gobierno local, que se gasta miles de euros al año en su reparación y en materiales para borrar las pintadas, pero que no ha apostado por medidas más ambiciosas. En algún caso, como los baños del paseo del Pontiñas, se llegó a pensar en su cierre, pero nunca en instalar videocámaras de vigilancia, como figura en el programa del gobierno local.