Hace 50 días arrancaba el verano con altas temperaturas y con unas preocupantes perspectivas de abastecimiento en el concello lalinense, ya que los depósitos de almacenamiento de Lalín de Arriba apenas contaban con 3 millones de litros. En estos momentos, y cuando se acaba de pasar el ecuador del verano, la situación es bastante peor, ya que fuentes de la empresa Espina y Delfín, adjudicataria del servicio de agua, informaron que en la actualidad se dispone de sólo 2,2 millones de litros, circunstancia que agrava el abastecimiento de la población de persistir en esta progresión.

El pasado 20 de junio, el nivel de agua del centro de almacenamiento era de 4 metros, lo que supone un total de 3 millones de litros, ya que cada 100 centímetros de altura sirven para dar cabida a 750.000 litros -750 metros cúbicos- por las importantes dimensiones del recinto. No obstante, en estos 50 días se ha perdido un metro de nivel en el citado depósito, por lo que las reservas de agua han disminuido en 750.000 litros y se sitúan en 2,2 millones.

Fuentes de Espina y Delfín señalaron en la jornada de ayer que durante el verano ha habido oscilaciones en la cantidad de agua acumulada y que incluso se llegó a recuperar bastante, pero la ola de calor vivida la pasada semana ha rebajado el nivel hasta esos 2,2 millones de litros, una cifra que no se ha visto incrementada pese a las lluvias caídas en estos últimos días. Por ello, el nivel de abastecimiento se encuentra en estos momentos en el nivel más crítico del verano, una circunstancia especialmente difícil por cuanto se prevé que los próximos días sean bastante calurosos.

De hecho, y sin contar las cantidades de agua que se puedan recuperar cada día, en estos momentos se tiene garantizado el suministro para unos 6 días, ya que generalmente los lalinenses suelen consumir entre 350.000 y 400.000 litros diarios en estas épocas de elevada temperatura.

Una de las soluciones para evitar esta angustiosa situación pasa por poner en funcionamiento la nueva captación de agua desde el río Asneiro, que fue inaugurada el pasado 22 de julio, pero que aún no está en marcha. No obstante, en estos momentos aún no podría arrancar, ya que técnicos de Espina y Delfín se personaron el pasado martes en la presa y el nivel de agua está 1,10 metros por debajo de su corona, lo que impide que se pueda captar agua. La solución no es complicada, ya que se limitaría a taponar la salida de la presa para recuperar el nivel de agua necesario.

Al respecto, y ante las posibles dificultades que se puedan plantear en el abastecimiento de la población, la empresa espera comenzar a realizar trabajos para ver si es posible comenzar a utilizar esta captación a partir de la próxima semana, pese a que en principio se barajaba el mes de septiembre como fecha de inicio. En concreto, los trabajos pertinentes para que esta captación funcione consisten en adaptar sus conexiones a la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP).

En el momento en que esta captación, situada en la zona de Pozo Negro, en la parroquia lalinense de Catasós, comience a estar operativa, se destinará para el suministro y abastecimiento de la población, quedando como sistema de reserva -especialmente para los meses de verano- la actual infraestructura de Botos.

Así, la situación de reserva de agua sigue sin mejorar pese a los llamamientos del concello a la racionalización, aunque la propia administración no lo hace para regar todas las zonas verdes.