Daniel Fernández / VILA DE CRUCES

La Asociación de Veciños Deza de Merza, en el Concello de Vila de Cruces, presentó ayer en el ayuntamiento, a través de la ventanilla única, una serie de alegaciones contra los saltos hidroeléctricos de San Paio, Paradela y Carreira, proyectados en el río Deza, con la confianza en que el nuevo Ejecutivo de la Xunta mantendrá otra "actitude" respecto al conflicto despertado en Cruces y Touro por la proliferación de estas centrales.

El escrito de los afectados fue entregado en la ventanilla única del concello para que se haga entrega del mismo en la delegación provincial de Industria, a quien corresponde la declaración de utilidad pública de estos tres saltos antes de que puedan ser aprobados por el Consello da Xunta. Un portavoz vecinal señaló en la jornada de ayer, tras presentar las alegaciones, que no existe ningún plazo para que la administración resuelva sus peticiones y se mostró confiado en que el nuevo gobierno gallego "sexa máis receptivo coas alegacións e poña fina a esta tramitación chanchulleira e interesada". En este contexto, pidió a la nueva Xunta que "reinicie o proceso no peor dos casos".

En cuanto al contenido de las alegaciones, los vecinos aprecian que la central de Paradela afectaría de manera muy fuerte al área de Carboeiro, la de San Paio al entorno de la fervenza do Toxa y la de Carreira al área de Castelo. En base a éstas y otras argumentaciones, solicitan que se desestime la declaración de utilidad pública solicitada por la empresa Energías del Deza para la ejecución de estos tres proyectos, que están acompañados de otros tres -entre ellos el polémico de Brandariz sobre el que pesa un aún no resuelto recurso de paralización- que actualmente se encuentran en distintos puntos del proceso de tramitación.

Prosiguiendo con el contenido de la alegación, los vecinos califican de "absurda" la utilidad pública y la urgente expropiación por cuanto aún se desconoce si esta empresa resultará beneficiaria de todos los saltos y tampoco se sabe la evaluación de impacto ambiental del proyecto.

Asimismo, los afectados alegan motivos ambientales y socioeconómicos para rechazar estos proyectos. Entre los primeros figuran perjuicios sobre la lamprea, el salmón o la anguila, que necesitan este cauce para el remonte y el hecho de que la zona esté incluida en la Rede Natura 2000 europea. Además, también se amparan en estudios que demuestran el fuerte impacto de las minicentrales y los problemas que se pueden causar en el caudal ecológico. Otras críticas de carácter medioambiental apuntan a las consecuencias de los azudes "que constitúan barreiras infranqueables para todos os seres acuáticos" y los tendidos eléctricos, que consideran "rexeitables" por el feísmo paisajístico.

En cuanto a las razones de carácter socioeconómico, los vecinos recuerdan que la protección del medio natural, con su alto valor ecológico y paisajístico, prevalece según la ley sobre la explotación de sus recursos para la producción energética y también que la generación de electricidad de estas centrales "non xustifica o estrago e a hipoteca á que somete ao río". Señalan que, además del rechazo social, minusvaloraría el patrimonio histórico-cultural de la zona y también de las infraestructuras en ella creada, por lo que piden que primen "os intereses xerais sobre os particulares".