Pontevedra y Unionistas firmaron tablas esta tarde en un partido en el que la intensidad y la disputa estuvieron por encima del fútbol vistoso y alegre que suele atraer al espectador, pero que no se puede decir que no haya sido emocionante. El partido estuvo claramente condicionado por las decisiones arbitrales, concretamente tres errores que pudieron haber cambiado el devenir del encuentro.

La primera, en el minuto 3, tras un pase entre líneas de Pedro Vázquez que alcanza Javi Pazos. El delantero toca lo justo para superar al portero visitante en su salida y éste se desentiende entonces del balón y derriba al "nueve" fuera del área. El colegiado solo le mostró amarilla, cuando al ser una ocasión manifiesta de gol debería haber expulsado a Molina.

Al filo del descanso llegó la segunda acción polémica, en un posible penalti de Romay sobre Albisua que el árbitro asturiano no solo no vio, sino que interpretó como falta del futbolista del Unionistas.

Ya en la reanudación del partido, en una internada de Romay por banda izquierda, éste es derribado por Ribelles cuando estaba a punto de entrar en el área contraria y Carbajales Gómez no dudó en señalar penalti, cuando la acción se había producido fuera. El encargado de lanzar la pena máxima fue Mikel Arruabarrena, pero Molina adivinó su intención y rechazó su disparo.

Los granates desperdiciaron una ocasión de oro para meterse en puestos de play off, pues la jornada dejó las derrotas de la Ponferradina y la Cultural Leonesa y al Fuenlabrada como nuevo líder y el San Sebastián de los Reyes en cuarta posición. Si hubiesen ganado, los de Luismi se habrían puesto terceros. Con el empate, caen a la séptima plaza, pero están empatados con otros tres equipos: el San Sebastián de los Reyes, la Cultural Leonesa y el Real Madrid Castilla.