El Pontevedra Club de Fútbol adelantó este año unos días la visita a la protectora de la ciudad y ayer volvió a cumplir con su compromiso con la Virgen Peregrina un año más y, como es costumbre, antes de que comience la temporada regular.

Directiva, cuerpo técnico y jugadores estuvieron ayer presentes en la céntrica iglesia pontevedresa para presentar sus respetos a la patrona de la provincia y realizar la ofrenda floral para que la virgen les dé todas las fuerzas y protecciones posibles para esta nueva e ilusionante temporada.

Tras la ofrenda floral el grupo se desplazó hasta el hotel Campaniola, donde pudieron disfrutaron de una comida de confraternización para "inaugurar" el nuevo curso.

El acto religioso es ya un clásico de todos los veranos y con él se busca la mayor de las ayudas posibles en lo divino y lo humano para que el equipo tenga una exitosa campaña llena de victorias y con el menor número de lesiones posible.

En la habitual exigencia del club de estar siempre un poco mejor que el año anterior, el equipo tiene un importante trabajo por delante para superar el listón dejado por la plantilla del curso pasado. Cualquier ayuda es poca para tratar de repetir el éxito de hace unos meses con cuarto puesto y clasificación para los play off de ascenso incluidos.

La visita a la Peregrina se produce en esta temporada 2017-2018 a falta de diez días para que la competición doméstica dé pistoletazo de salida. El Celta B será el primero de los rivales en enfrentarse contra los granates en el primer día de liga y lo hará además en Vigo, sumando mayores dificultades a un debut en el feudo de uno de los equipos más potentes de la temporada pasada de los cuatro grupos de la categoría de bronce del fútbol español. Tras ellos, toda una temporada que, a priori, se presenta cuanto menos igual de compleja que la pasada y en la que se medirán a otros equipos gallegos, castellano leoneses, manchegos y madrileños.

La "contribución" de la patrona a la causa granate en las últimas campañas está resultando más que efectiva. El equipo, con Luisito a la cabeza, no ha hecho más que cumplir con los objetivos fijados años tras año con ascenso, consolidación y posterior clasificación para el play off a Segunda en solo tres años. Colmadas todas las peticiones deportivas, al club solo le queda pedir por la salud de la plantilla, sobre todo por que no se vuelvan a repetir lesiones de importancia como las de Barco o Íker Alegre del año pasado.

Con aspiraciones igual de ambiciosas que hace un año pero con la esperanza de que la ofrenda vuelva a dar sus frutos, la institución se volvió a presentar en el santuario con muchas novedades con respecto a la última vez ya que más de la mitad de la plantilla está compuesta por nuevos jugadores que acudían por primera vez a este acto protocolario. Solo siete repiten esta experiencia.

La pretemporada para el Pontevedra prosigue después de este acto institucional y esta semana cerrarán la semana de amistosos con los dos últimos compromisos ante el UD Ourense (mañana en Celanova) y el Marcón Atlético (domingo en O Carrasco).