El Teucro volvió a dar una lección de balonmano y lo hizo a costa de Ars Palma del Río, que estaba invicto en su feudo. Fue un triunfo justo que comenzó a fraguarse desde el pitido inicial, en el que los pontevedreses trataron de imponer su ritmo y evitar que el cuadro local pudiese aprovechar la velocidad de sus hombres para marcar al contragolpe.
Los de Quique Domínguez plantearon una defensa muy fuerte y bien ajustada, a pesar de las bajas de jugadores vitales como Marcos Dorado, pero en esta ocasión sus compañeros hicieron un trabajo fantástico en las tareas defensivas lo que les llevó a llegar al descanso con una ventaja de cinco tantos (10-15), algo que no se esperaban los aficionados cordobeses.
El Palma del Río trató de reaccionar en la reanudación, pero se encontró con una defensa rocosa que le impedía llegar con claridad para realizar sus lanzamientos sobre la meta defendida estupendamente por Ricardo Amérigo y Yago Gómez.
Con el paso de los minutos, el equipo local perdió la confianza en poder remontar el marcador, lo que hizo que el Teucro no tuviese que sufrir mucho en los instantes finales. A falta de cinco minutos, y con cinco goles a favor, los de Domínguez bajaron un poco el pistón, pero sin darle un ápice de confianza al rival, que veía como se le escapaban de su feudo los dos primeros puntos, pues hasta la fecha el Palma del Río estaba invicto en un pabellón tan complicado como es El Pandero.
Por su parte, el Teucro regresó con los deberes hechos y con una ventaja de seis puntos sobre sus rivales directos como son el Sinfín y el Atlético Valladolid.