El Club Ourense Baloncesto ha vuelto a su casa, no solo al Pazo dos Deportes Paco Paz sino a su liga, la LEB Oro, por todo lo alto. Los ourensanos recibieron en su primer encuentro de liga a uno de los gallitos de la categoría, el Guipuzkoa, que llegó a Ourense para demostrar porqué parte como uno de los favoritos, aunque ante unos locales que no tuvieron nada que desmerecer y estuvieron en partido haciendo soñar a una afición que finalmente tuvo que conformarse con las buenas sensaciones y confiar en el triunfo para el próximo duelo. 62-68.

Quien solo viese los primeros minutos de juego hubiese dado la victoria a los de Guillermo Arenas, en el Pazo se respiraba entusiasmo por el regreso a la segunda categoría del baloncesto español y la cancha reflejaba ese ánimo. Los cobistas salieron con ganas, ambición y estrategia. Así se ponían por delante en la primera jugada de Tomás Chapero, veían el triple de Chaz Williams y dejaban lucirse a Gjuroski a placer, sin embargo, ante un equipo de igual nivel, las respuestas no tardaban en llegar. Aunque se jugó a lo que quisieron los locales, el luminoso se cerró con un 16-16.

En el siguiente cuarto la dinámica no cambió, muy acertado sobre la pista el COB no permitía que los vascos se adelantasen, aunque tampoco eran capaces de hacer que se descolgasen. Pilepic, Chapero y Nogués llevaron al equipo en volandas hasta la mayor renta, un 32-24 que daba respiro a un marcador ajustado. Hasta que el Guipuzkoa hizo suya una buena racha para mediante dos canastas de Jaworski y un triple del mismo jugador sentenciar todo el encuentro al regreso de vestuarios. 32-31.

Y la pausa sentó bien a los visitantes que salieron con reacción rápida, dominando de principio a fin el juego, los ataques y los rebotes, en un cuarto que complicó el partido a los locales por primera vez. 48-56.

Con diez minutos por delante, aún no había nada decidido, se volcaron los de Arenas en revertir el marcador, pero los visitantes hicieron su mayor renta poniéndose a ocho puntos de distancia, y en la última jugada, de nuevo Jaworski fue el encargado de hacer daño, dos tiros libres anotados pusieron el final en un 62-68.