Desde luego que el Molgas no va a salvar la categoría. Sería un milagro -el de los panes y los peces se quedaría pequeño a su lado- que un equipo que no ha sumado punto alguno en las diecinueve jornadas disputadas mantuviera la plaza en la Primera Galicia. Pero al menos va a hacer todo lo posible para no pasar a los libros de historia como un equipo que únicamente ha encadenado derrotas. Un reciente cambio de entrenador fue el primer paso, la llegada de cinco futbolistas de hasta cuatro nacionalidades diferentes que esperan concretar de una tacada sería el siguiente.
Por el tercer entrenador va el Molgas ya. La aventura de Javier Rodríguez duró poco, la de Daniel Luis algo más. Ni uno ni otro pudieron conquistar punto alguno. De manera que desde hace tres partidos ocupa el banquillo un venezolano, Raúl Taboada. Empezó con una derrota poco llamativa en el campo del Santa Teresita, 4-2, y continuó ahora sí con un sonoro 5-0 en el campo de O Marco frente al Peroxa. Cambió el pie y el pasado domingo le faltó el canto de un duro, una derrota 2-3 frente al Sporting Carballiño después de haber caminado entre el minuto 25 y el 60 con una desventaja de tres goles. El último, en el 90, el 2-3 definitivo, hizo pensar entre los aficionados aquello de 'sí se puede'. No fue posible, el domingo se presenta una nueva oportunidad, de nuevo en el campo de A Chaira, esta vez frente a un Covadonga que también necesita imperiosamente los tres puntos porque aparece tercero por la cola en la clasificación.
"Hemos notado el cambio, no sé si es porque los chicos están más motivados, pero el caso es que las cosas van mejor. Raúl (Taboada) ha cambiado la manera de entrenar", subraya el presidente, José Gómez, que no esconde que "se pasa muy mal" y alaba el papel de los aficionados porque "no han dejado de venir para arropar al equipo, el apoyo moral que nos dan es muy importante cuando estás en una situación así. Nada, los rivales no nos dicen nada, ¿qué nos van a decir? Pero bueno, sabíamos a lo que veníamos y estamos aguantando como campeones", remacha.
El despido de Daniel Luis
Caían las derrotas una detrás de otra y la directiva que encabeza Gómez despidió a Daniel Luis. "Los jugadores no estaban contentos, no estaban motivados. Al final es mejor perder a un entrenador que a siete jugadores", justifica.
"Estamos en el camino para incorporar varias bombas", adelanta el presidente, que no se resigna a cerrar la liga con cero puntos. Aunque tenga un lugar en la historia.
