Nuria Bouza acaba de regresar a Galicia. Llega desde Tarragona, donde el domingo ganó el bronce junto a la lituana Erika Kliokmanaite en la quinta prueba del circuito Madison Beach Volley Tour. En dos semanas disputará junto a su hermana María el campeonato gallego, en Ézaro; una más tarde competirá en Fuengirola, en la cita que cierra el circuito; y una después peleará por el campeonato catalán.
La lucense, de 30 años, llevará desde el 1 de septiembre la dirección técnica del club Voleibol Ourense. Entrenará en principio a los equipos de pista, puede que más adelante asuma también los de voley playa del Milenio Ourense, un club con apenas un par de años de vida que no para de ganar medallas en los campeonatos.
"Asumo la dirección técnica del club con mucha motivación, el deporte lo es todo en mi vida", remarca Bouza, en su momento campeona gallega cadete de salto de altura. "Desde pequeñita me gustó mucho el voleibol, me viene de familia. He hecho de todo, en el mundo del deporte, patinaje, baloncesto, también atletismo. Mi familia siempre pensó que iba a ser atleta, una tía siempre me dice: 'tú eres atleta'", añade la lucense, a la que apenas faltan un par de asignaturas para terminar Inef., carrera a la que añade un ciclo superior de deportes.
Alrededor de mil seiscientos euros se embolsaron las holandesas que ganaron en Tarragona, unos duros menos Nuria y Erika por ganar el tercer puesto. A repartir, claro. No parece mucho. "No es un dineral, está claro, pero se podría vivir del voley playa si hubiese competiciones todo el año. Porque apenas tenemos cinco meses para jugar, entre mayo y septiembre", subraya Bouza, que regresa a Galicia junto a su novio, preparador físico de baloncesto y suyo personal.
"He estado muchos años fuera de Galicia, en Murcia, en La Rioja, en Girona, en Barcelona... Me apetecía volver. Lo hablamos y entre los dos lo acordamos. Porque yo me considero una jugadora de voley playa profesional, entreno como si lo fuese, aunque no cobre en la misma proporción. Me propusieron lo de Ourense y me gustó mucho. Hasta el momento, el contacto lo tengo básicamente con los jugadores, a partir de ahora será con los entrenadores", recalca.
Máximo rendimiento
¿Qué espera de Ourense? "Para mí, el deporte profesional es una prioridad. Espero hacer un buen trabajo con la cantera, el club quiere llevar una línea deportiva más profesional. Yo no entiendo el deporte como algo lúdico, sólo lo entiendo como dar el máximo rendimiento. Mi misión es sacar lo mejor de cada jugador, de cada equipo, me da exactamente lo mismo que sea de Primera o de Tercera. Ésa es mi filosofía. Desde luego que por motivación no va a quedar", observa Bouza, a la que el fútbol no llama la atención ni un poquito.
