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Isi Quevedo llega justo a tiempo

El delantero de la UD Ourense dijo adiós ante el Ferrol a un año fuera del equipo por lesión - "Fue una alegría enorme, tanto tiempo parado se hace eterno", apunta - "Sentimos mucho esta camiseta", remarca

Isi espera en la banda el momento del cambio, el domingo en O Couto contra el Racing de Ferrol. // Iñaki Osorio

Isi ha vuelto. Corría el minuto 70 del partido contra el Racing de Ferrol cuando el ourensano Ismael Quevedo dejaba atrás un año de sufrimiento. La rodilla se le fastidió en abril de 2018, durante un partido entre Barco y Bergantiños. Se sube al tren en el momento oportuno, justo, cosas de la vida, antes de visitar Carballo con la UD Ourense.

¿Cómo se sintió? "Fue una alegría enorme, tanto tiempo parado se hace eterno. Lo peor son los primeros meses, no haces nada. Luego, según va avanzando el tiempo, vas dando pequeños pasos que a la larga son grandes avances. Ver que vas progresando te da mucha fuerza", detalla.

¿Recuerda la jugada? "Sí, perfectamente. Fue un saque de esquina a nuestro favor, fuimos al rechace un defensa y yo, un balón dividido. Nos pasó justo por encima, me giré y según me iba cayendo la rodilla se iba para atrás. Desde el primer momento supe lo que había".

Y lo que había no le era desconocido, ya había pasado Isi por algo similar en los juveniles del Deportivo. "Sí, allí me rompí el tendón rotuliano de la rodilla derecha, con el Barco fue la otra. Así que algo de experiencia ya tenía, muy a mi pesar. Calma es lo primero que te viene a la cabeza, sabes que es una lesión de la que vas a tardar mucho tiempo en recuperar y lo mejor es afrontarlo sin prisa, lo importante es curarla bien. Claro, cuando fiché por el Ourense estaba lesionado, pero lo teníamos apalabrado tiempo atrás. Se portaron muy bien conmigo, no se echaron atrás y me pusieron todos los medios a mi alcance para una mejor recuperación".

Un año, un túnel muy largo... "La luz la ves, sólo que desde lejos. Te dices, 'que pase esto rápido' y sobre todo que vuelvas sin secuelas. No, no sentí ningún miedo el otro día, aunque sientes que te falta ritmo, no es lo mismo entrenar que competir. Tuve una ventaja, durante la recuperación nunca me dolió la rodilla, nunca tuve la menor molestia. Eso ayuda, mucho, porque si das un paso atrás es difícil de asimilar. Todo fue perfecto", remarca Isi, que antes de recalar en la UD Ourense estuvo dos años en la cantera del Valladolid, dos más en los juveniles del Deportivo, a los que sumó cursos en Somozas, Barbadás y Barco.

El regreso

Tenía impaciencia por volver? "Ganas más que impaciencia. Sabía que ese día iba a llegar, era cuestión de disfrutarlo. Ya digo, lo importante era superar bien la lesión, prisa no tenía ninguna. Pero sí, ganas tenía muchas. Cuando entré en la convocatoria contra el Ferrol supe que alguna posibilidad de jugar tenía. Luego, según iba avanzando el partido. desde que salí a calentar sólo me decía 'por favor que me llamen cuanto antes'. Fue todo muy emotivo para mí", detalla.

Dijo su entrenador al final del partido que Isi ha ayudado mucho al equipo desde fuera. Ahora toca desde dentro... "Siempre me ha gustado hacer grupo, me acogieron muy bien. Conocía a muchos de ellos, tenía muy buena relación. Pero sí, ahora toca empujar desde dentro del campo", adelanta.

Llega en el momento cumbre de la temporada, mientras otros acusan los meses de competición usted va a ir como un avión... "Espero, y sobre todo que pueda serle útil al equipo. Empecé con un partido muy exigente, ante el líder, y ahora seguimos con otro igual contra el primer clasificado. Estoy encantado en este equipo, trabajamos todos mucho, somos muy sólidos en el campo. El entrenador dice que damos la sensación que cada partido que jugamos es como la final de la Champions para nosotros. Y eso es porque sentimos mucho esta camiseta", concluye el futbolista rojillo.

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