La UD Ourense es un equipo fiable a domicilio. No el que más, pero fiable. Los ourensanos serían sextos en una hipotética clasificación contabilizando únicamente los partidos fuera de casa, con tantas victorias como empates, cinco en los doce partidos disputados. Marca asimismo más goles que los que recibe, 16 por 12, números que le han permitido sumar un total de 20 de los 36 puntos que había en juego.
Y es fiable entre otras muchas cosas porque apenas dos veces se han quedado sin marcar los de Currás, curiosamente ante dos rivales ourensanos, Ourense CF y Barco. Por contra, Pato Guillén echó el candado en la puerta en cinco de los partidos, cero que se tradujo en 13 puntos al saco.
El comienzo fuera de O Couto fue sencillamente arrebatador, puntuando sucesivamente en los seis primeros partidos, tres de ellos saldados con triunfos. Hasta que llegó el batacazo en Calabagueiros, jornada decimocuarta, un 3-0 engañoso porque el segundo y el tercer gol llegaron en los minutos de añadido. Ese traspiés, además, le supuso a la UD Ourense caer al quinto puesto11 jornadas después, siempre tercera o cuarta menos un breve paréntesis de una semana después de igualar en Ferrrol. Desde entonces, los futbolistas rojillos encadenaron otra racha sobresaliente, traducida en dos empates y dos victorias, empañada únicamente por el 3-1 encajado en el campo del Polvorín. Allí, tres minutos malos, a falta de un cuarto de hora, acabaron con las esperanzas de puntuar.
Único borrón
Si nos fijamos exclusivamente en los siete primeros, la UD Ourense sólo perdió en la visita al Barco. Pendiente la del líder Bergantiños y la del séptimo, el Arosa, igualó en los campos de Ferrol y Compostela, en tanto ganó en el del Alondras. Pero la de este domingo es al campo de uno de los de abajo, una incógnita porque de los siete últimos de la fila, la UD únicamente ha jugado en el feudo de dos de ellos, Ribadumia y Céltiga, en ambos casos con 0-1 como marcador final. Superada la salida a Paiosaco, la siguiente será a Arosa y después a Bergantiños. El campo del deshauciado Porriño será la próxima estación, quedando por delante las visitas a Boiro y Espiñedo. El curso lo cerrará en el campo del Racing Vilalbés.
El último precedente invita a la sonrisa, en Alondras. Allí se desmelenaron los de Curras, implacables, 0-4. Pierde poco fuera la UD pero cuando cae lo hace con todo el equipo, tres goles recibidos en cada una de las dos derrotas. Las victorias, excepto la referida de Alondras y la obtenida en el campo del Silva, fueron siempre por la mínima, siendo el 0-1 el resultado más repetido. El gol, un valor capital. Sólo el que marcó en el campo del Polvorín no sirvió para nada. Todos los demás, supusieron al menos un punto. Goles bien aprovechados.
Esa buena dinámica a domicilio, acompañada por los resultados de casa, ha llevado a la UD a dormir entre los cuatro primeros desde la victoria sobre el Vilalbés en el último partido de la primera vuelta. Cuarto era entonces y cuarto seguía tras superar una semana después al Ribadumia. El triunfo en Somozas le aupó ya al tercer puesto, que mantuvo una jornada más, que perdió la semana siguiente y que recuperó en Alondras. Hasta hoy.
Bergantiños y Ferrol lideran la tabla y serían también primero y segundo contando los resutados de fuera. El tercero sería el Silva.
