La primera visita de un jugador de la Unión Deportiva Ourense a la Clínica Casiano -el equipo también dispondrá pronto de médico- ha servido para rebajar la alarma por lesión. El capitán, Adolfo, acabó el partido del pasado domingo con molestias en el tendón de Aquiles, que se unieron a unas anteriores en la rodilla, pero en principio no debe temer ni por unas ni por otras. "Estaba un poco preocupado porque nunca me había dolido tanto el tendón de Aquiles, pero Casiano me dijo que no me preocupase. El dolor no debería ir a más con estiramientos y podré seguir entrenando y jugando, aunque los cambios de superficie son matadores". Los campos de tierra que se encontrará el UD Ourense a partir de este domingo en su visita al Os Chaos (A Penafita; 17.00 horas) son más confortables que los habituales sintéticos. En cuanto a la ajustada victoria sobre el Ribadavia, Adolfo entiende que la ausencia de jugadores específicos en el centro del campo pasó factura. "Metes el primer gol pronto, parece que será fácil, entras en una monotonía en el juego y ellos se encontraron con el empate. No fue el día, a veces pasa, y no hay que darle vueltas", añadió.