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Balonmano

Rodrigo Corrales: "No tenía sentido hacer los Juegos de Tokio, perderían toda su magia"

El cangués está confinado en París y reconoce que no sabe si podrá volver a jugar con su club

Rodrigo Corrales, este fin de semana, amasando pan para hornear en su domicilio en París. // Cedida

- ¿Cuál es la situación en la que se encuentra ahora mismo en París?

-También estamos en confinamiento, aunque es un poco más flexible que en el caso de España. Está permitido salir a hacer algo de deporte y a mí me viene muy bien porque cerca de casa hay un parque grande al que puedo ir a correr. También se permite salir a tomar el aire, pero es posible que cambie porque, aunque hay menos gente, parece que hay algo de abuso ya que hay quien sale con toda la familia. [París permite salir a hacer deporte solo a partir de las 19 horas]. El club nos ha mandado un plan de trabajo físico de mantenimiento para hacer desde casa, con el aviso de que tampoco podemos hacer cosas que nos exijan mucho físicamente porque tendríamos las defensas más bajas en caso de que nos contagiemos con el virus.

- ¿Percibe diferencias con respecto a España?

-Es muy curioso porque tengo la doble perspectiva de lo que pasaba en España y aquí. El viernes 13 de marzo fue cuando se anunció que en España a partir del sábado se cerraban bares, restaurantes y demás. Ese viernes nosotros aún tuvimos un entrenamiento, aunque los partidos del fin de semana ya se habían cancelado. En teoría volvíamos a entrenar el lunes, pero nos dijeron que estuviésemos atentos porque la situación podía cambiar. Viendo lo que pasaba en España inicié ese fin de semana el confinamiento, solo salí a hacer la compra y me acuerdo de ver a un montón de gente en la calle, en los bares, terrazas? Era como vivir en dos mundos paralelos: ver las medidas tan estrictas que había en España y aquí no. Al final de ese día en Francia se da orden de cerrar los bares y dos días después se inicia el confinamiento total [después de que el domingo 15 se celebrase la primera vuelta de las elecciones municipales].

- ¿Cómo fue el proceso para parar las competiciones?

-Ese fin de semana del 14 y 15 de marzo estaba prevista la Final Four de la Copa de la Liga. Primero nos dijeron que habría un aforo máximo de 4.000 personas, luego se redujo a 1.000 y finalmente se canceló. La semana siguiente teníamos Champions, pero se suspendieron los partidos porque empezaron a aparecer casos positivos en jugadores de algunos equipos. Ahora mismo todo está en el aire: la liga se aplazó hasta el 22 de abril, la Federación anuló ya la Copa de Francia. Para la Champions League se apunta el 3 de junio para retomarla, pero hay que saber cuál es la situación en esa fecha y si hay restricciones para entrar en algunos países y si hay que pasar cuarentenas.

- ¿Piensa en volver a la competición o entiende que hay que fijarse otros objetivos?

-La verdad es que resulta difícil pensar en el balonmano. Los últimos partidos que jugamos fueron el 5 de marzo un encuentro de liga ante el Nimes y el 8 de marzo ante en Nantierre en la Copa de Francia. Ante esta situación yo no sé si ya he jugado mi último partido con el PSG, si tendré la posibilidad de despedirme de mis compañeros y de la afición desde la pista o en un entrenamiento [el próximo año jugará en el Vezsprem húngaro]. Pero aún así me asusta pensar en el deporte: el primer objetivo de toda la sociedad debe ser volver a una vida normal, es algo que debe ser una meta común. Ante el número de infectados, fallecimientos, los médicos y sanitarios desbordados? está claro que la principal preocupación no es el deporte. Esto no deja de ser una diversión, aunque para los deportistas sea nuestro trabajo, y puede esperar. Lo más importante es la salud y lo mejor en este momento es ver la parte humana, quedarse en casa y ayudar a salvar vidas. Todos debemos ayudar en lo que podamos y en este caso es muy fácil: hay que quedarse en casa.

- La última vez que hablamos fue en enero, después del oro con España en el Campeonato de Europa. En aquel entonces confiaba en estar en la lista para los Juegos Olímpicos de Tokio, que también tienen que aplazarse. Una decisión difícil, pero que tal como está la situación parece la más acertada.

-Es la decisión más lógica y coherente porque es imposible prever lo que va a ocurrir en los próximos meses. Estas olimpiadas estaban llamadas a marcar una época y en estas condiciones no podía ser. Hay que tener en cuenta que unos Juegos Olímpicos necesitan la mejor versión de todos los deportistas y eso implican que puedan entrenar y prepararse en igualdad de condiciones, que los aficionados también puedan acudir sin riesgos y moverse con libertad. Hay muchos factores y era imposible garantizar que se celebrasen en las condiciones que querríamos. Estoy de acuerdo con el aplazamiento: no tenía sentido celebrarlos en las actuales circunstancias, perderían toda su magia.

- ¿Cómo afecta eso a España?

-Está claro que nos perjudica. Llegábamos en una buena dinámica después del oro del europeo, que te da mucha confianza. Tenemos a gente veterana y está claro que los años cuentan. Algunos tenían pensado retirarse después de los Juegos, como Raúl Entrerríos, y Julen Aguinagalde cambiaba el Kielce por Bidasoa. Pero insisto, todo esto es secundario. Significará alargar todo un poco más, pero vamos a seguir adelante y tenemos la tranquilidad de que ya estamos clasificados.

- ¿Qué hace Rodrigo Corrales para pasar su confinamiento?

-Está claro que echas de menos la rutina de entrenar y jugar, pero ahora tienes la oportunidad para hacer otras cosas. Hay que buscarle el lado positivo Es una posibilidad de organizarte y poner las cosas al día, puedes hablar con un montón de gente, jugar con los amigos a través de Internet y compartir más tiempo con mi pareja. También he reservado tiempo para leer, para ver Netflix hasta que se acabe la cartelera e incluso para cocinar más. He intentado ver si tengo algún arte perdido y me puse a pintar algo, pero soy malísimo. Eso no es lo mío [risas]. Hay una cosa que me encanta, que son los Legos. Estos días estuve haciendo algunos de cascos de equipos de fútbol americano que compré en Londres después de ir a ver un partido con compañeros.

- ¿Como ve la situación en España desde su confinamiento en París?

-Tenemos muchos tópicos como país, pero España es uno de los países que más está respetando las reglas a pesar de lo duras que son y es uno de los más transparentes. No hay ningún estado en el mundo preparado para una situación así y este es un buen momento para valorar lo que tenemos, a las personas y a los médicos. Es una buena oportunidad para que los Gobiernos vean donde hay que invertir, como es el caso de la sanidad y en el reconocimiento hacia los médicos. Está claro que hay cosas que se pueden mejorar, pero en España tenemos una sanidad pública gratuita e igual para todos, que es de las mejores del mundo. En Francia por ejemplo el Estado paga el 70%, pero el otro 30% lo tienes que pagar tú. Puedes contratar un seguro privado para esa parte, pero no todo el mundo puede. Y todo esto nos demuestra que no hay ningún problema económico, laboral... como la salud. Nada es tan importante como la salud.

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