El balón parado descose al Alondras. La solidez defensiva que está mostrando el conjunto cangués en una temporada sin embargo muy irregular en cuanto a resultados, se rompe cuando se trata de acciones en pelotas detenidas. Así sucedió frente al Bergantiños, con dos de los tres tantos encajados de esta guisa, y así ha pasado en las últimas semanas. Es más, de los últimos ocho goles recibidos por la escuadra rojiblanca, siete han llegado a balón parado.
El último mes de competición ha servido para radicalizar una tendencia muy peligrosa. El Cerceda anotó sus tres goles en jugadas de estrategia, el Vilalbés hizo así el suyo y el Deportivo B también. El Bergantiños sumó dos tantos más y tan solo su tercera diana llegó fruto de otra acción con el balón en juego. Jacobo Montes asume que existe un problema al que hay que poner remedio cuanto antes. "Nos está penalizando demasiado en partidos cerrados como el del domingo. Creo que ante el Bergantiños teníamos el duelo controlado, porque de hecho hasta el 2-1 solo habían generado peligro a balón parado", relata el técnico.
Las condiciones antropométricas de la plantilla alondrista, con escasos jugadores de envergadura, hacen muy complicado ser un equipo poderoso en el juego aéreo y en esas acciones de estrategia, pero Montes busca otras vías. "Es cierto que no destacamos por nuestra estatura, pero el primer gol, por ejemplo, viene precedido de una falta innecesaria. Ahora te acuerdas de ella porque supuso un gol. También era innecesario el córner del 2-1, porque era un balón para despejar a banda, pero nos complicamos y lo concedemos", explica el preparador. Evitar posibilidades para que el rival haga daño en esos lances del juego es el primer paso, pero el técnico quiere ir más allá.
Así pues, Montes admite que "tenemos que trabajarlo más y buscar otras soluciones. A lo mejor cambiamos la forma de defender, situamos más jugadores en zona, etcétera. Pero está claro que algo debemos hacer". Y es que la importancia del balón parado aumenta en una Liga "tan igualada y en la que el 80 por ciento de los goles llegan de esa forma. Es una faceta del fútbol que para nosotros es un hándicap porque somos un equipo bajito y nos penaliza mucho. No podemos quedarnos de brazos cruzados".
