- En unos días inicia una nueva aventura en Estados Unidos. ¿En qué consiste?
- Paso a estar, en vez de una semana en cada ciudad como estaba hasta ahora, a tener residencia fija en Orlando trabajando para la nueva academia del Barça. Se trata de un ambicioso proyecto del club en la zona de Florida que se inauguró en agosto. Cuento con la suerte de tener la confianza de su director. Ahora paso a tener algo más cercano a lo que es el fútbol en todas sus facetas. No va a ser solo formación, sino que también tendré competición. Será un trabajo parecido al de un equipo, con entrenamientos y partidos cada fin de semana.
- ¿Cómo se organiza?
- Nosotros tenemos nuestra vivienda fuera pero la academia tiene a su disposición diez campos de fútbol y unas instalaciones de primerísimo de nivel. Los jugadores sin embargo viven en sus casas y vienen a entrenar como si fuese una escuela.
- Y todo bajo la marca del Barça...
- Sí, esto viene todo gracias al trabajo que hice durante los dos últimos verano. Ahí tuve la suerte de conocer a Jordi Aguilar, que fue mi director en la ruta que hice por la zona centro. A partir de ahí se crearon una lazos de los que surgió esta posibilidad. Tuve que ir a Barcelona a pasar unas pruebas para poder optar a ser entrenador Barça. Gracias a Jordi y a esos exámenes tengo la suerte de poder estar ahí. Además, me gusta el poder estar en una categoría bonita, como es la juvenil. Estoy deseando llegar y arrancar de una vez.
- A nivel personal ya fueron un reto esas dos aventuras como entrenador en Estados Unidos, ¿esto sin embargo es un reto mayor?
- Sí, es un reto diferente. Es ir un poco más allá. La competición te exige además mucho más, tanto en el idioma como en la aplicación de los conceptos metodológicos de Barça. No es solo trabajar durante la semana, sino también pensar algo en la competición, sin olvidarnos de que esto es formación.
- Y sin desviarse ni un poco del modelo Barça.
- Metodológicamente estamos atados en el buen sentido. Hermosamente atados. Esta metodología es preciosa y también es un reto aplicarla. La parte buena es que cuando llegue el equipo ya estará trabajado con la persona que estaba hasta ahora. No empezaré desde cero. En mi caso llevaré un juvenil y un Sub-12. Luego puedo tener algún equipo más que no competirá.
- Hace muy poco estaba usted entrenando chavales en Callobre y a partir de ahora lo hará en Orlando. Esto ha cambiado mucho.
- El banquillo de las categorías base lo cogí muy pronto pero desde que llegué al fútbol sénior todo ha ido muy rápido. Dirección deportiva, Estradense, paso a Tercera, arranco de nuevo con los niños... Todo ha sido ir dando saltos. Este es otro salto más, aunque no sea sénior sía que es profesional. Ahora todo queda a expensas de lo que vaya surgiendo. Una vez estás en la bolsa de trabajo del Barça pueden ir surgiendo cosas. Ya tuve otras opciones en vez de Orlando pero para mí la presencia de Jordi allí era clave. Además, era un gran atractivo a mayores el poder estar en la puesta en marcha de una nueva academia.
- Ese año implica sin embargo dejar mucho atrás.
- Tengo mucho apoyo de mi gente y de mi entorno más cercano. Eso es clave a la hora de tomar este tipo de decisiones. Ahora tengo que ir mes a mes. Mi primer objetivo es disfrutar. El segundo sería poder estar en el torneo del Barcelona en Semana Santa. A partir de mayo ya tocará empezar a valorar las cosas.
- ¿Cómo es entrenar en Estados Unidos?
- Es una potencia mundial en muchas cosas y en fútbol lo acabará siendo porque logísticamente están tan preparados que solo necesitan formación. No sé en cuantos años pero terminarán siendo una potencia en el "soccer".
