Tony Gallopin (Ag2r) tiró de fuerza y valentía para sorprender con una escapada cercana a meta que le permitió imponerse en la séptima etapa de la Vuelta, que enlazó Puerto Lumbreras y Pozo Alcón a través de 185,7 kilómetros, en la que su compatriota Rudy Molard (Groupama) conservó el maillot rojo y Valverde avanzó al segundo puesto.

Sigue la fiesta francesa en la Vuelta. Molard se puso líder en Roquetas, Bouhanni ganó en San Javier y en la inédita meta de Pozo Alcón, en la puerta sur del Parque Natural de Cazorla, Gallopin se unió al festival con su primera victoria en la ronda española. Lo hizo al estilo que le encumbró en 2013 en la Clásica de San Sebastián y en 2014 en Tour de Francia con la jornada de Oyonnax, un ataque lejano, un pequeño hueco y a aguantar hasta meta. Levantó los brazos con un adelanto de 5 segundos sobre el grupo principal, seguido de Peter Sagan y de Valverde, que rebañaron 6 y 4 segundos de bonificación. En ese grupo no estaba el polaco Michal Kwiatkowski, víctima de una caída en el descenso del Alto de Ceal. Llegó con un retraso de medio minuto y pasó al sexto puesto de la general. Fue una llegada muy española, con cinco corredores entre los diez primeros, ya que también se metieron al frente: Eduard Prades (Caja Rural), Omar Fraile (Astana), Ion Izagirre (Bahrain) y Enric Mas (Quick Step).

Otra jornada marcada por el calor, de desgaste, con dos puertos de tercera, señalada para los esprinters, entre ellos Valverde y Sagan, que no clavaron el pronostico porque lo impidió un corredor valiente de 30 años, con experiencia, hijo de ciclista y sobrino del director Alain Gallopin. Y lo evitó Gallopin, por fin con un trago dulce después de un año fatídico por una caída en el Campeonato de Francia, cuyas secuelas le supuso el abandono en el Tour. Toda una compensación para el ciclista de Dourdan, casado con la ciclista Marion Rousse, quien le felicitó en twitter. "Maldita sea. Un año tan malo, pero está ahí esta hermosa victoria. Bravo Señor, tan bien merecido", decía el mensaje. Hoy se disputa la octava etapa, entre Linares y Almadén, de 195,1 kilómetros.