A Senra se viste hoy de ceremonia. Atrás han quedado ya los preparativos y prolegómenos de lo que hoy (19.00 horas) será una fiesta que pondrá a Ribadumia en el primer escalafón del fútbol nacional. El motivo no es otro que la disputa de la primera eliminatoria de la Copa del Rey ante todo un rival de Primera División como el Cádiz.
Como en los sueños todo es posible, nadie descarta en el entorno del equipo de Luis Carro la posibilidad, por mínima que sea, de romper toda la lógica escrita en el deporte. Todo ello, con el matiz innegociable de disfrutar de una experiencia única sin más presión que la que comporta competir al máximo nivel posible y dejando los complejos a un lado.
El propio Luis Carro es muy consciente de lo que le viene esta tarde encima y a los ojos de todo el país. “Está claro que para nosotros no es un partido de fútbol cualquiera. Nos enfrentamos clubes con realidades muy diferentes, pero con un presente compartido que pasa por noventa minutos de fútbol y un pase en juego. Vamos a tratar de disfrutarlo brindando el mejor partido de fútbol que podamos”, apunta.
Incluso el entrenador del Ribadumia reconoce que le tocará ser el que menos disfrute, “a nosotros, como cuerpo técnico, nos tocará darle mil vueltas al once que no tenemos claro del todo. Sabemos que nos va a tocar ser injustos porque todos no van a poder jugar. Lo que queremos es que todos disfruten de la eliminatoria, sea el rol que sea el que le toque aceptar”.
Con las únicas bajas confirmadas por lesión de Fran Patos y Paco, además de un Cris que fue el único descarte, el conjunto aurinegro afrontará su cuarto partido en trece días y con la visita del Arenteiro del domingo a la vuelta de la esquina. Un hecho que, para Carro, “es algo que también hay que gestionar bien. Aunque ahora solo pensemos en el Cádiz, no podemos olvidar todo el desgaste que llevamos acumulado y lo que nos queda en una fase del calendario tremendamente exigente”.
Respecto a la eliminatoria, a nadie en el seno del Ribadumia se le escapa la dificultad del envite. Ni siquiera Luis Carro se atreve a sacar muchas conclusiones de un rival que “nunca mejor dicho, no es de nuestra categoría. Ni siquiera he visto muchos partidos suyos porque el contexto en el que se manejan y la calidad de sus rivales nos puede dar una percepción que no nos ayude. Es cierto que hemos visto vídeos, pero con el foco más puesto en lo individual porque se entiende que se verán obligados a cambiar su habitual filosofía de juego en Primera División al jugar contra un Tercera y a partido único”.
Considera el entrenador vilanovés que “es un equipo que en su liga está mucho más cómodo a la hora de transicionar, pero el escenario de hoy nada tiene que ver. Entiendo que a nosotros, que nos gusta tener el balón, nos tocará defendernos en bloque bajo y adaptar otro rol, pero estamos preparados para lo que sea. Quizá sea un partido en el que los dos equipos tengamos que asumir una manera de jugar que no es la que nos identifica a la hora de competir”.
Con solo dos sesiones de trabajo tras el duelo del pasado domingo en A Lomba, una cosa ha tenido clara el técnico aurinegro, “no hemos preparado nada específico para jugar contra el Cádiz. Queremos ser un equipo con personalidad y fiel a nuestras ideas. Este partido tiene que ser un refuerzo en nuestra fe en aquello que trabajamos y en aquello en lo que creemos. Buscar ahora fórmulas mágicas sería contraproducente. Primero, porque no existen y, segundo, porque sería traicionar nuestras propias ideas y desprender un miedo que no tenemos de ninguna de las maneras”.
De lo que no le cabe duda a Luis Carro es acerca de calificar al Cádiz como “uno de los equipos más competitivos de Primera División. Saben sufrir en el campo y esforzarse a tope y eso les da un plus. Además no han tenido que viajar porque se han quedado en Vigo, pero nosotros vamos a intentar ser el mejor Ribadumia posible y vivir una experiencia muy bonita”.
Álvaro Cercera // Entrenador del Cádiz
“No va a haber excusa si tenemos un traspiés”
Álvaro Cervera expresó el sentir de su equipo desde Vigo, en la previa del partido de Copa del Rey ante el Ribadumia. Un duelo que ha analizado desde diferentes prismas: “A priori hay una diferencia entre un equipo de Primera y uno de Tercera División, pero esta competición es así para que pasen cosas que todos los años pasan. Un equipo menor puede ganarle a otro mayor, porque no solo influye el juego, sino otras muchas cosas. Si no vamos preparados, nos puede pasar a nosotros”. Aventura el técnico que “habrá muchos cambios” con “un equipo completamente distinto”, porque cree justo que haya jugadores que “se merecen jugar como por el descanso que es necesario para los que tienen muchos minutos”. Espera un duelo muy físico. Según Cervera, “los equipos del norte siempre están acostumbrados a ser muy competitivos. Conocen su campo y normalmente te ponen en aprietos. Estos partidos si están igualados hasta el final son peligrosos, y algo más cómodos si eres capaz de ponerte por delante. Será un rival incómodo seguro”. Y utiliza de argumento los duelos de esta eliminatoria ya disputados: “Hay que estar más atentos, porque en Primera se piensa que la superioridad es mayor pero la gente se equivoca, solo hay que ver los resultados de los partidos que se han jugado hasta ahora. Solo hay una percepción mental de que eres superior a otros años, pero no es así”. Cervera va más allá y quiere poner tierra de por medio a lo sucedido en Balaídos con una victoria. “Debemos saber que perder o ganar es pasar o no de eliminatoria, no existe una revancha. Tenemos que pasar, no va a haber excusa ninguna si tenemos un traspiés. Venimos de un mal resultado en un partido atípico, y hay que ser este jueves diferentes para ganar”, remarca. Están siendo días atípicos para los amarillos, con cuatro partidos en apenas diez días, lo que considera que no es “ni deportivamente ni físicamente bueno”, por eso toca “adaptarnos a las normas e intentar buscar la forma de disfrutar”.
