La decisión de suspender las competiciones de fútbol las dos próximas semanas como medida preventiva ante la epidemia de coronavirus ha sido aceptaba de buen grado en el Arosa. Varios son los motivos por los que el club considera que este receso de dos semanas puede ser hasta beneficioso para sus intereses.
El primero de ellos responde a una cuestión meramente física. El hecho de no poder disponer por lesión de ninguno de los delanteros de la plantilla en el último choque, se convierte ahora en una posibilidad más que remota teniendo en cuenta que la competición no se reanudaría hasta el 29 de marzo debido a la suspensión de dos semanas.
La posibilidad de volver a contar con Pedro Beda estaba prevista para la próxima semana, por lo que el máximo goleador del equipo aún dispondrá de siete días más sobre lo previsto para hacer pasar al olvido su rotura fibrilar, misma tesitura para las molestias musculares de Róber y para la sanación de la rodilla de Joel Sanabria.
Mención aparte en esta cuestión de la suspensión decretada para las dos próximas semanas, que comprenderían tres jornadas, es la posibilidad de que el Arosa pueda reanudar la competición en A Lomba. Hay que tener en cuenta que dos de esos tres partidos serían como local para los de Rafa Sáez, concretamente ante Somozas y Choco.
Teniendo en cuenta la nueva prórroga concedida por el Concello de Vilagarcía a la empresa encargada del cambio de la cubierta de Preferencia, los plazos estipulados albergan la posibilidad de que el próximo encuentro del Arosa pueda disputarse en A Lomba, si bien es una cuestión que dependerá del transcurso de los acontecimientos.
En la jornada de ayer se estaban iniciando los trabajos para fijar los anclajes para la instalación de los pilares que descansará la nueva y esperada cubierta.
