Victoria de las importantes la conseguida por el Cortegada en Pontevedra. Un triunfo ante un rival directo en la zona baja como el Arxil y que permite al equipo de Rubén Domínguez su cuarta alegría en las doce jornadas disputadas de competición.
Fue el Arxil el que empezó mostrando más y mejores argumentos. María Lago empezó a cobrarse muchas ventajas en acciones de uno contra uno y lideró el primer arreón de las pontevedresas en el marcador (12-6). Solo habían transcurrido cinco minutos y Rubén Domínguez se vio obligado a solicitar un tiempo muerto para ordenar ideas.
La defensa zonal de Mayte Méndez empezó a dejar de ser un problema para el ataque de las vilagarcianas. En ello tuvo mucho que ver también la aparición del acierto desde la larga distancia en el Cortegada, especialmente en el segundo cuarto. La entrada en cancha de María Centeno fue muy importante en esta materia. Dos triples suyos, sumados a los de Miriam García y Cristina Loureiro, fueron claves para empezar a disfrutar de las primeras ventajas para las visitantes.
La falta de intensidad defensiva era una tónica predominante por ambos lados. Cristina Loureiro se puso el equipo a su espalda y su calidad ofensiva fue capital para que el Cortegada se fuese al descanso con ventaja. Sus 14 puntos tuvieron mucho que ver en el 35-37 que campeaba en el ecuador.
Tras el descanso, el Cortegada entendió que el mejor camino para el triunfo estaba en apretar las clavijas en defensa y seguir en la línea de superioridad en el rebote que mostró durante toda la primera parte. Mención aparte merece la exhibición en esta faceta de Tyra Jones
Ni María Lago ni Forster se encontraron con las mismas facilidades para anotar que en la primera parte. Además, el equipo de Rubén Domínguez siguió castigando con acierto desde la línea de tres puntos la especulación defensiva de las pontevedresas.
Nuria Chorén aportó aún más energía con su entrada desde el banquillo. Cinco puntos consecutivos de la escolta vilagarciana dieron la primera ventaja seria al Cortegada cuando aún no había terminado el tercer cuarto (41-50). Sin embargo el Arxil no se dio por vencido y volvió a acercarse en el marcador con María Lago prácticamente como única solución (51-55).
Fue entonces cuando Tyra Jones y María Centeno irrumpieron ofensivamente para dar a su equipo la primera ventaja seria del partido con el último cuarto ya en curso (52-62). El Arxil se estaba mostrando incapaz de encontrar el camino al aro con sucesiones de pérdidas de balón que le hacían imposible volver al partido.
Restaban cinco minutos de partido para finiquitar el triunfo. Mayte Méndez quemó sus naves en forma de tiempos muertos, pero el equipo ya no encontraba la brújula en su juego. Bien es cierto que lo escaso de su rotación tampoco permitió que sus jugadoras importantes llegasen frescas al tramo decisivo, especialmente Forster que estuvo muy desaparecida en momentos muy importantes del partido. En buena parte también por el buen trabajo defensivo de las pívots locales.
En medio de la necesidad de revolucionar el partido de las locales, el Cortegada supo encontrar la calma. La buena circulación de balón tuvo como premio más acierto desde la línea de tres puntos. Nuria Chorén, Cristina Loureiro y Miriam García anotaron desde esa distancia para desesperación pontevedresa y subir a un extraordinario 45% su porcentaje (11/24).
Hasta 15 puntos de máxima renta llegó a tener el equipo de Rubén Domínguez en el tramo final, lo que le permitió tener una plácida llegada a la que fue una victoria muy importante y que le permite subir dos posiciones para finalizar el año al superar tanto al Arxil como al Barakaldo, dos de sus presas en lo que va de curso.
