La peor versión del Arosa esta temporada apareció en el momento más inoportuno. Solo hacía falta un empate para seguir dependiendo de sí mismos en la pelea por alcanzar el play-off, pero ahora el billete de la cuarta y última plaza en juego está ahora a la espera de que el Alondras lo expida en la última jornada en el campo del Bergantiños. Un empate les valdría. Sin embargo los de Jorge Otero necesitan ahora ganar al Noia en A Lomba y rezar para que los tres puntos se queden en Carballo. Todo ha cambiado después de una tarde para olvidar en O Morrazo.

Apostó de partida el Arosa por el 4-4-2 que tan bien había funcionado las últimas semanas, pero con el letón Vseva en lugar de Sylla y con un reclamado Julio Rey por la afición en el banquillo. Sin embargo fue el entramado defensivo lo que no llegó a tiempo al campo de O Morrazo. Solo necesitó un minuto el Alondras para dejar claro cuál era el equipo más predispuesto a hacerse con la victoria. Fue en una acción de Pardavila por banda izquierda en la que sirvió un envenenado centro que Rivas despejó a córner no sin apuros.

El presagio se convirtió en triste realidad para los intereses arlequinados cuando un balón colgado hacia la banda derecha del ataque local se convirtió en una prolongación de cabeza de Álex Rey hacia el centro del área. Jonás fue el más listo para controlar, orientar y con todo a favor fusilar a Lloves ante la pasividad de una defensa que concedió en todo momento la iniciativa a su rival.

El nuevo escenario apenas cambió nada. El Arosa trató tímidamente ir hacia arriba, pero sin control alguno del juego. Marcos tuvo en sus botas un lanzamiento desde el vértice del área que Martín mandó a córner. Pero contrariamente a lo que pudiese indicar ese primer acercamiento, todo se complicó aún más a continuación. Un saque de esquina permitió nuevamente al Alondras marcar. En esta ocasión con un remate de Álex Rey desde el punto de penalti sin necesidad de saltar ante una defensa nuevamente muy contemplativa.

Jorge Otero buscó un cambio variando la estructura del dibujo para tratar de dominar el centro del campo. El Arosa mejoró, pero solo los goles podrían servir de consuelo. El Alondras dio un paso atrás y permitió a su rival llegar a su área con balones colgados desde las bandas. Yeray, por dos veces, y Vseva remataron sin demasiada fe algunas de esas acciones y Manu Justo tampoco aprovechó una falta desde la frontal.

Tras el descanso, Otero dio entrada a Julio Rey por un desentonado Seva, pero la entrada del canterano vino acompañada del tercer tanto local. Una imprecisión en la salida de balón entre Sergio Santos y Fran Matos permitió a Pardavila robar y salir como un cohete por banda izquierda para internarse en el área y batir de tiro cruzado a un Lloves que solo siguió el balón con la mirada.

La bofetada estaba siendo de impresión. Pese a ello el Arosa lo intentó con más ganas que ideas y, tras veinte minutos sin trascendencia, Manu Justo enganchó una gran volea con su derecha que se convirtió en el 3-1 con un cuarto de hora por delante. Vitra dispuso de dos cabezazos que se fueron muy cerca de la portería de Martín. Sin embargo el que no falló fue Aitor Díaz. El exarosista hizo el cuarto de su equipo a placer, nuevamente tras un córner y con la defensa totalmente abandonada a su suerte. Precisamente la suerte que se necesitará en la última jornada para poner fin a 25 años de espera.