Una exhibición de Vinicius, que recuperó la pegada a lo grande un mes después, lideró la esperada reacción del Real Madrid antes de su visita al Camp Nou, con un triunfo repleto de firmeza en Kiev, anulando virtudes del Shakhtar, para enterrar el despiste del Sheriff y darle caza en el liderato.

La semana del clásico demandaba una reacción inmediata del Real Madrid a su primer bache de resultados. El parón vino bien al equipo de Carlo Ancelotti, que recuperó identidad con el regreso del 4-3-3 e hizo bueno su reencuentro con el Olímpico de Kiev, el escenario de la decimotercera, donde se levantó con grandeza.

Un nuevo Shakhtar, más dominador con De Zerbi en el banquillo pero igual de eléctrico en los últimos metros, le planteó un duelo por la posesión al Real Madrid. Jugó sin complejos y presentó la oportunidad de vencer al que fuese más efectivo en las transiciones. No fue buena fórmula.