Desde hace tiempo, David Chapela venía advirtiendo de la complejidad que suponía para él compaginar el deporte de alto nivel con sus responsabilidades laborales. El hecho de poder jugar en la élite con el Dicsa Modular Cisne, en la que es su casa en Pontevedra, permitía esta situación, pero haciendo ya un juego de equilibrios muy frágil y que la Covid-19 acabó por hacer pedazos. Los últimos acontecimientos le han llevado a tomar una de las decisiones más "difíciles" de su vida, dejar el balonmano de élite y un club que es como su casa recién iniciada la temporada. "Visto lo visto, estaba muy difícil continuar", afirma, tras los positivos y las confinamientos en los clubs de Asobal, incluido el Dicsa Modular Cisne, lo deja para centrarse en su proyecto empresarial. Un club al que agradece su comprensión ante la situación en la que se encuentra.
-Venía usted hablando ya hace tiempo de lo difícil que era compaginar vida laboral y el deporte de alto nivel en Asobal y parece que la Covid-19 es lo que acabó por hacer esta situación insostenible, ¿no es así?
-Exacto.Todo esto es en relación con mi trabajo y mi empresa. Si este año decidimos continuar fue por el hecho de haber subido a Asobal, un poco de forma inesperada, y por el debut del Cisne en Asobal y de seguir con mis amigos. Ya fue entonces una decisión difícil por eso de poder compaginar todo, deporte y trabajo, pero ahora se está juntando esa situación con el peor de los escenarios. Sabíamos que podía pasar, pero al final siempre tienes la esperanza de que no sea todo tan complicado como realmente está siendo.
-Los positivos en los clubes y las medidas de aislamiento lo hicieron todo más difícil, sino imposible, para compaginar el deporte de alto nivel y su proyecto empresarial...
-Claro. Visto lo visto, ahora con el confinamiento para mí y para mi empresa es un varapalo tremendo. Es una decisión difícil pero sin duda hay que pensar, ser realistas y uno ve que la continuidad estaba muy complicada.
-Ahora mismo siguen confinados tras un positivo en el club...
-Sí. El miércoles jugamos y desde el jueves estoy en aislamiento. En teoría el domingo estaríamos libres, nos harán una PCR este fin de semana, pero claro, sí siguiera siendo positiva habría que alargar el confinamiento otros diez días. Cuando se registraron los primeros positivos en los clubes ya me saltó la primera alarma y ya dije que mi situación así no se podía sostener. Este primer confinamiento para mi empresa -tengo un centro de entrenamiento- ya es un varapalo enorme y no se podría repetir.
-Por desgracia esto no es fútbol, es balonmano, y es difícil vivir de él incluso en la élite...
-Claro. Mi trabajo es mi empresa, no el balonmano, que es más un hobby, una ayuda. No vivo del balonmano.
-Por lo menos ha visto cumplido su sueño de vivir el debut del Cisne en Asobal...
-Sí, pero está claro que si llego a saber esto no lo hago. Es una decisión difícil porque para el Cisne también es un golpe muy duro. Muy a mi pesar hubiera preferido no haber debutado en Asobal con el Cisne y no hacerle ahora esto al club. No pensábamos en esto. Preferiría ahorrarme mi sueño de jugar en Asobal con el Cisne en su debut a tener que tomar ahora esta decisión tan dura.
-¿Lo deja ya de forma inmediata?
-La idea es intentar aguantar hasta que el Cisne haga un fichaje y llegue un recambio.
-¿Se trata de una retirada definitiva?
-En principio sí. Visto lo visto es muy difícil continuar, aunque es bueno mantener las puertas abiertas pero por lo que al Cisne se refiere. Pero sí parece que es una retirada definitiva.
