- ¿Resumen de la primera vuelta?
- El balance es positivo, viendo cómo está de reñida la liga. Estamos con 15 puntos, en séptima posición? Somos un equipo que ha cambiado mucho con respecto al año anterior, del entrenador a ocho jugadores. Estamos compitiendo bien. Nuestro debe es la irregularidad. Hemos hecho partidos extraordinarios y en otros hemos estado mucho menos sólidos. Pero cada punto tiene muchísimo valor.
- El Acanor apenas había sumado fuera de casa en Honor Plata. Ahora han sumado más fuera.
- El calendario marca mucho. Sabíamos que teníamos una primera vuelta más asequible fuera. Pero yo esperaba más del equipo en casa. Le pongo un insuficiente como local. Como visitante, en cambio, hemos roto esa racha histórica del Novás de costarle ganar fuera, con un notable alto.
- A un punto del play off de ascenso, con tres sobre la promoción de permanencia.
- Todo es impredecible. Esa igualdad terrible hará de cada jornada una batalla a cara de perro.
- Ha entrenado a los históricos Octavio y Teucro. ¿Cómo se ha adaptado a otro modelo y realidad?
- Me encuentro muy cómodo desde que llegué a la hora de trabajar, en la comunicación con el presidente o con César Armán. Me siento muy a gusto. Es lo que me esperaba de un pueblo y un club que viven con mucha pasión el balonmano. Te ayudan en todo. Tienen muchas ganas de crecer, con los pies en el suelo. Lo primero es que el equipo se asiente en Honor Plata y a partir de ahí dar pasos hasta donde nos lleven. Lo que se ve desde fuera, un club pequeño que hace las cosas con cabeza, es lo que te encuentras en el día a día: mucha gente en los entrenamientos, en los partidos, incluso fuera de casa?
- 1.000 socios en un pueblo de 6.000. ¿El crecimiento pasa por ampliar su zona de influencia?
- Tenemos ejemplos de otros equipos de ciudades o pueblos pequeños, como Nava y Aranda, que han conseguido apoyos públicos y patrocinios para estar en Asobal. No estamos pensando ahora mismo en eso, pero se dan las condiciones adecuadas para que el crecimiento siga. No sabemos a qué velocidad y hasta dónde, pero estamos poniendo ilusión y ganas.
- ¿Asobal es un sueño delirante?
- Delirante no es, sino posible. En cada partido estamos compitiendo y viendo que no somos muy inferiores a nadie. No queremos ponerle nombre al objetivo. Pero de momento estamos en otro más inmediato, que es asegurar la categoría.
- ¿Era posible imaginarse a un Cisne como líder destacado?
- Sí que parecía que iban a estar en la zona media-alta. Se habían reforzado bien con Villamarín, Chapela, Iván Calvo? Han cogido una dinámica positiva, que iniciaron en O Rosal. En deporte la confianza pesa mucho, aparte del buen trabajo que están haciendo. Sus números parecían imposibles antes de empezar, no para ellos sino para cualquiera en esta categoría.
- En el primer partido, ustedes dominaron la primera parte y el Cisne remontó en la segunda.
- Los dos equipos han evolucionado mucho. El Cisne está en una dinámica extraterrestre. Parece intratable. Muchos de sus partidos no los gana por mucha diferencia, pero acaba ganando. Y aunque no me guste decir esto, nosotros llegamos con dos bajas importantes, Maxi Cancio y Gabi Chaparro, dos pilares, que están con la selección uruguaya. Pero es un derbi. Vamos a Pontevedra a tratar de ganar, sabiendo lo difícil que es pero también que tenemos juego y herramientas.
- A Jabato lo tuvo como jugador.
- Tenemos buena relación. No es que nos veamos mucho. Él no tiene mucho tiempo. Nos cruzamos en Rande. En Navidades hemos estado en Cantabria haciendo el Master Coach juntos. Los equipos de Jabato y los míos tienen similitudes grandes, no porque sea influencia mía ni muchísimo menos. Son equipos reconocibles. Más allá de la rivalidad y la pelea por los puntos, será un partido bonito de ver.
- Siempre han intentado practicar un juego dinámico.
- Para mí es una obsesión y a veces discuto con mis jugadores, que se empeñan en ganar y no saben que el camino más corto es jugar bien. Ninguna regla te asegura ganar jugando feo. Mis entrenamientos y mis modelos de juego van encaminados a un juego vistoso, dinámico, que en la medida de lo posible atraiga al espectador. Después hay mejores y peores temporadas.
- ¿Usted, teucrista histórico, cómo asimilar esa inversión del orden en Pontevedra?
- Lo veo con naturalidad. El Cisne se lo está ganando en la pista. Me da un poco de pena la situación del Teucro desde que yo lo dejé. Hay mucho trabajo detrás que poco a poco se va diluyendo. Cuando ganamos allí con autoridad, me dio pena ver el pabellón tan vacío. Les espera una segunda vuelta complicada, como a todos. Ese objetivo de volver a Asobal les va a costar.
- El otro club de su vida, el Octavio, no ha salido a competir.
- Fueron muchos años de dedicación, intentando que el equipo estuviese lo más arriba posible. Da pena esa desintegración progresiva, paulatina, que es verdad que ya se había iniciado estando yo. No ha desaparecido, pero está muerto. Me causa mucha tristeza. Octavio y Teucro son historia en esta provincia, en esta comunidad, en este país.
- No existe en Vigo ningún club que parezca en condiciones de situarse a corto plazo, por ejemplo, a la altura del Acanor.
- Habrá que darle tiempo a lo mejor al Reconquista, que es un proyecto que está recién nacido. Tiene gente a la que yo aprecio mucho. A ver hasta dónde son capaces de llevar ese proyecto. Desconozco más a los otros clubes, pero Vigo, por su historia en el balonmano, merece que en algún momento haya un proyecto que tome el relevo del Octavio.
- ¿Se concibe saliendo otra vez de Galicia en algún momento?
- Una vez que has dado ese primer paso, que te lleva nada menos que a Arabia aunque no saliese bien, estás abierto a esa posibilidad. Pero me encariño fácil y ahora mismo estoy muy a gusto en O Rosal y me siento muy identificado con ese club, con ese crecimiento que queremos tener. No necesito mucho para ligarme a un club durante mucho tiempo; solo ver que el proyecto es serio, que hay continuidad, paciencia, cabeza? Eso está ocurriendo, aunque tampoco se puede predecir mucho el futuro.
