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Iván compite, todos ganan

Un ponteareano de 18 años con 65% de discapacidad intelectual disputa su primer partido con los benjamines de Montecastelo

Jugadores, familiares y representantes institucionales, antes del partido; al lado, las árbitras Elena Casal y Sofía Gándara, con Iván. // José Lores

"Arriba, chavales", grita Iván Lemos desde la portería, oteando el juego. El partido se disputa en el Montecastelo, con el skyline vigués de horizonte. "Ánimo, ánimo", arenga. Sale a chutar una falta y marca; al minuto siguiente despeja un tiro con un aspaviento de manopla. Propios y rivales, en realidad compañeros en el mismo equipo benjamín, se lo celebran arremolinándose alrededor, diminutos en la comparación. En la banda aplauden padres, familiares, amigos... Después, en el vestuario, los pequeños corearán su nombre. A los 18 años, a la edad del voto y del alcohol, Iván ha disputado el primer partido de su vida, que almas buenas le han organizado con tal motivo. Le han regalado un balón y dos camisetas. Ha sido invitado a entrenar con el Celta Integra. Su sonrisa ilumina ese pálido viernes de enero.

Iván tiene una discapacidad intelectual cifrada legalmente en el 65%, con déficit de atención e hiperactividad. A los cinco años sus profesores distinguieron sus dificultades de aprendizaje. Ponteareano, vive en la parroquia de Areas y estudia en el Colegio Lar desde 2011. Cursa cuarto de la ESO, en un plan educativo adaptado.

"Iván no era futbolero", asegura su madre, Eva, de su primera infancia. Emilio, monitor en el autobús escolar, le descubrió esa pasión cuando ya había cumplido diez años.

- Vente a jugar conmigo.

Emilio entrenaba a los cadetes en el Cultural Areas. Iván participó en sus entrenamientos durante el mes que restaba de temporada. Emilio se fue después. Iván siguió, sin tanto acomodo. La descoordinación motriz le lastra el tren inferior. Jamás se manejó la posibilidad de que disputase partidos.

Iván le había echado el ojo a los entrenamientos de porteros. Decidió probar. El coordinador, Ángel Román, adiestra a la vez a los de toda la cantera del Areas. "Me lo pidió él, siendo cadete de segundo año. Le gustaba cómo lo pasábamos", explica Ángel. "Empezó a entrenar medio en broma, pero ganas e intención nunca le han faltado".

- Quiero que me pongas un mote, como a todos-, solicitó Iván.

Bascula desde entonces entre el "Ivi" familiar y el "salchicha voladora". Lleva cuatro años bajo la tutela de Ángel, ejercitándose dos veces por semana, "sin faltar a ningún entrenamiento, llueva, granice o haga viento. Se lo pongo de ejemplo a los demás. Les toca la fibra. Iván siempre es positivo, participa en todo y quiere que le exija. Lo tiene todo en contra para disfrutar de lo que más le gusta y disfruta tanto como Casillas".

La competición, sin embargo, se mantenía como frontera inabordable. Iván, en lo estricto de su DNI, hoy ya sería sénior. El sonsonete del chico le partía a Ángel el corazón.

- ¿Cuándo juego?

Trascendió entonces el "caso Álex": Jorge Fortes, profesor del ciclo de fútbol en el Montecastelo, coordinador y entrenador en la asociación deportiva, ha conseguido que la Federación Gallega permita a niños actuar en categorías inferiores a su edad si resultan más adecuadas a sus características. Álex, el primer beneficiado, con un trastorno del espectro autista, ha podido así seguir en el equipo de sus compañeros de clase.

Ángel y Jorge son amigos. Comentaron la carencia de Iván. Introducirlo directamente en un equipo no pareció aconsejable. "Conforme crecen, las diferencias también se hacen mayores. Dar un salto tan grande no es viable, no puede entrar en un equipo cadete o así", argumenta Jorge.

- ¿Dónde lo ves, en portería de fútbol 7 o de fútbol 11?-, le preguntó a Ángel.

- De fútbol 7.

- ¿Qué te parece si empezamos con un partido de benjamines?

Jorge detalla su plan: "La primera misión era darle la oportunidad de jugar el primer partido de su vida. Si supera esa etapa, probaremos con alevines y después mezclando con infantiles hasta conseguir llevarlo a porterías de fútbol 11. Ese es el reto. Él quiere que lo vean jugar, sentirse como los demás. Solo le falta competición".

- Ángel, dalo por hecho, eso sí está en mi mano.

"No puedo describir lo que hace ese hombre, lo que mueve", comenta Ángel sobre Jorge con admiración. "Es increíble. Y poder ver a Iván disfrutar....", se emociona, mientras observa al joven bajo palos.

El partido, aplazado en dos ocasiones por la cadena de temporales, ha engarzado contactos y voluntades. Jorge divide a los benjamines del Montecastelo, Álex entre ellos, en dos equipos, con sus equipaciones diferenciadas. A su llamada acuden el vicepresidente de la Federación Gallega, Fernando Iglesias, y el delegado en Vigo, Delfín Alonso, que regalan a Iván un balón oficial de la próxima Eurocopa. "Estaremos en todo lo que sea ayudar a la integración", valora Iglesias. Del apartado arbitral se encarga Elena Casal, de la Liga Iberdrola pero de baja por lesión, que recluta a su compañera Sofía Gándara, de Segunda Autonómica. Elena y el delegado vigués del colectivo, Jorge Cendón, le entregan a Iván una camiseta de árbitro. El Cultural Areas le ha confeccionado un uniforme oficial, como el de los porteros de Preferente. "Estamos encantados de estar aquí. Hay cosas que son más grandes que lo diario", sentencia la presidenta del club, María Placeres Boente. En la banda, junto a Jorge, se sitúa Álex Abalde, responsable del Celta Integra. Aunque el equipo de la Liga Genuine ha cubierto sus 27 plazas, abre su trabajo de manera ordenada a los muchos peticionarios; su cantera para cubrir futuras bajas. Abalde porta una invitación oficial a Iván para que acuda a un entrenamiento además de un jersey céltico de portero.

"A Iván le ha hecho una ilusión enorme", confirma su madre. Manuel, su padre, añade: "Nosotros solo queremos que se sienta realizado. Cuando le propusieron el partido, dijo que sí enseguida". Lo mismo sucedió con los benjamines.

- Tengo un amigo de 18 años que jamás ha jugado un partido-, les explicó Jorge.

Tras la alarma inicial por la diferencia de edad cundió el interés.

- ¿Qué tiene? ¿De qué juega?

Al beneplácito entusiasta de las familias le siguió incluso la ansiedad de los pequeños ante tanta suspensión.

- ¿Cuándo viene Iván?

Iván ha venido al fin. Los equipos se saludan. La árbitra pita el inicio. Iván encaja un gol rápido, de córner, y luego alguno más en disparos rasos. Saca con potencia. Por arriba exhibe reflejos.

- Tiene manos de hierro-, se asombra un jugador.

Luego anota ese gol a lo Chilavert, también su primer gol, que contribuye a la remontada. Los corrillos de celebración se repiten, con Iván en el meollo de los abrazos. "Mis compañeros son unos campeones", declara al final, feliz y exhausto. Le entregan una medalla. Iván ha competido. Han ganado todos.

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