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fútbol Supercopa de españa

El Atlético resiste y sorprende al Barça

Los errores defensivos de los azulgrana, que no sentenciaron con el 2-1 a favor, le llevan a la final ante el Madrid el domingo

El remate de Correa que dio la victoria al Atlético de Madrid. // Sergio Pérez

Agarrado a Oblak y al VAR, el Atlético de Madrid sobrevivió a un Messi desatado y supo esperar su oportunidad, esa que tienen todos los equipos por la debilidad defensiva del Barça. Otra vez, como en San Sebastián, en Cornellá y en tantos otros sitios, el equipo de Valverde se diluyó cuando había hecho lo más difícil: desmontar el muro del Cholo Simeone. Los agujeros en la zaga barcelonista fueron tan enormes que dieron para cuatro mano a mano de los rojiblancos con Neto, de los que dos acabaron en gol: el penalti transformado por Morata tras el derribo del portero a Vitolo y la escapada de Correa. Hasta ese minuto 81 en que llegó el 2-2, el Barça había sido muy superior y merecido una ventaja mayor, pero no remató a un rival que nunca se rinde. Por eso estará el domingo (19 horas) en la final, que en vez del Clásico esperado nos deparará otro derbi madrileño.

El primer tiempo se atuvo a la dinámica de los últimos Barça-Atlético, con el equipo de Valverde dueño del balón y el de Simeone haciéndose fuerte en defensa. Oblak tuvo poco trabajo y casi siempre con Messi por el medio: le hizo una parada de portero de balonmano al argentino, tras una pared con Jordi Alba; vio como Savic le salvaba después de que Griezmann prolongara un córner del "10" y no permitió que su excompañero le hiciera un gol de bandera al contrarrestar su vaselina.

Tras el descanso fue todo diferente, quizá porque en la primera jugada el Atlético dejó una muestra de su efectividad. Tras el saque de centro, Joao Félix recuperó un balón y conectó con Correa, que dejó a Koke cara a cara con Neto, al que batió con tranquilidad. Obligado a dar un paso al frente, el Barça se encomendó a Messi, que respondió como en sus mejores días. En diez minutos desarmó al Atlético con sus genialidades: logró el empate y por un momento puso el 2-1 en el marcador, que desmintió el VAR por apoyarse en el brazo para acomodar el balón. Sí se contabilizó, poco después, el de Griezmann tras un gran centro de Jordi Alba cabeceado por Suárez y rechazado por Oblak.

Con el Atlético "groggy", Oblak evitó la sentencia con otro paradón a Suárez y cuando no pudo hacer nada, en una falta milimétrica ejecutada por Messi, Vidal y Piqué, el VAR tiró de escuadra y cartabón para mantener la incertidumbre. Simeone cantó bingo con la entrada de Vitolo porque el canario, aprovechando la alfombra que le tendió el Barça, provocó el penalti del empate.

Y a partir de ahí, el Barça se derrumbó como un castillo de naipes. Sin solución de continuidad, el VAR no consideró penalti una mano de Piqué, Correa hizo el 2-3, Marcos Llorente se plantó en el área sin oposición y el Barça ni siquiera fue capaz de arreglarlo a la heroica porque Piqué mandó alto un cabezazo a pase, por supuesto, de Messi.

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