Los jugadores de la selección francesa de fútbol, campeones del mundo en Rusia, y su seleccionador, Didier Deschamps, recibirán la Legión de Honor, máxima distinción del país.

Como ya hiciera Jacques Chirac en 1998 tras el primer Mundial logrado por Francia de la mano de un equipo liderado por Zinedine Zidane, el actual presidente francés, Emmanuel Macron, les condecorará en una ceremonia que tendrá lugar dentro de unos meses.

El equipo abandonó ayer su cuartel general en Istra, el bucólico paraje a las afueras de Moscú en el que han forjado su victoria.