Ivan Rakitic es, después de Modric, el jugador más conocido de Croacia. Y no es para menos. Tras deslumbrar en el Sevilla, Rakitic se ha convertido en centrocampista titular del Barça, completando una última temporada absolutamente espectacular. Modric, que ha pasado a ser estrella mundial en el Real Madrid tras haberse convertido en el jugador diferencial del Tottenham, es el que suena como candidato firme a mejor jugador de la Copa del Mundo e incluso, si Croacia se impone en la final, sería aspirante al Balón de Oro del año 2018, no en vano fue esencial para que el Real Madrid ganase su tercera Champions League consecutiva. Rakitic, por su parte, ha declarado en las últimas horas que Modric se merece el título de mejor jugador de la cita mundialista. Lo ha dicho asumiendo una llamativa postura de humildad, pues es sabido que la FIFA baraja al propio Rakitic para este galardón individual.
Y es que hasta la final de hoy contra Francia el centrocampista del Barça ha completado un Mundial excelso, marcando incluso penaltis decisivos en las eliminatorias directas y jugando a un nivel altísimo. Comparte mediocentro con Modric, aunque con Croacia se le permite desempeñar un rol más adelantado y decisivo en el ataque que en Barcelona. Contra Nigeria estuvo a mejor nivel que Modric, al igual que frente a Argentina, en el mejor partido de Croacia en la cita de Rusia. En ese encuentro Rakitic sumó un gol y un disparo al poste. Frente a Rusia, aunque bajó algo su rendimiento fue el autor del penalti decisivo, al igual que lo había sido en octavos de final, cuando los balcánicos se midieron a Dinamarca. Fue precisamente en semifinales ante Inglaterra cuando Rakitic y Modric bajaron algo su nivel y se vieron eclipsados por un Perisic sobresaliente. Pero ambos saltarán hoy al césped en Moscú con el objetivo de convertirse en el mejor jugador del torneo. Ello significaría que Croacia se habría proclamado campeona de mundo por primera vez en su corta historia como estado independiente.
Nacido en Suiza pero hijo de inmigrantes croatas, Rakitic se formó futbolísticamente en las categorías inferiores del FC Basel, el gran club moderno del país helvético. Llegó a jugar con la selección sub 21 de Suiza, pero después se decantó por Croacia y la historia parece haberle dado la razón en tan complicada elección. Con el país balcánico ha pasado a ser una estrella nacional. Aunque ya había debutado antes en la primera plantilla, no disputó una temporada completa en la primera división helvética hasta la 2006/07, cuando el Basilea ganó la copa de su país. Con 11 goles en el campeonato fue nombrado mejor jugador joven del país y, pese a su corta edad, el Schalke 04 alemán pagó 5 millones de euros por hacerse con sus servicios. En la Bundesliga jugó tres temporadas y media anotando 16 goles y demostrándose como un gran jugador de equipo por su sacrificio defensivo y por encontrar a sus compañeros de ataque en 30 ocasiones para dar otras tantas asistencias de gol.
Los problemas comenzaron en el Schalke 04 por los malos resultados que enfadaron a sus hinchas. Con poca continuidad en la última campaña, Rakitic acabó en las filas del Sevilla en enero de 2011 por solo 1,5 millones de euros. Aprovechó al máximo su oportunidad. Desde que llegó al sur de España su carrera fue meteórica. En Sevilla se asentó y se casó y su rendimiento fue inmediato desde el primer momento. Creció a la par de una de las mejores etapas de la historia del Sevilla. Tres temporadas y media con 32 goles y 41 asistencias, la Europa League de 2014 y el hecho de haberse convertido en uno de los ídolos de la afición del Ramón Sánchez-Pizjuán dispararon su cotización. En junio de 2014 daría el salto al FC Barcelona en una operación que llegó a superar los 20 millones de euros, además de implicar la cesión de Denis Suárez al conjunto hispalense.
Con el Barça roza a la treintena de goles y otras tantas asistencias. Se asentó en una medular que tuvo que superar primero la marcha de Xavi Hernández y que a partir de la próxima temporada deberá hacer olvidar a otra leyenda del fútbol español, nada menos que a Andrés Iniesta. Tres Ligas, tres Copas del Rey, un Mundial de Clubes, una Supercopa de Europa frente a "su" Sevilla y sobre todo la Champions de 2015, año del segundo triplete en la historia del Barça, sitúan a Rakitic como uno de los jugadores con más palmarés de cuantos salten esta tarde al Estadio Olímpico Luzhnikí de la capital rusa.
Con semejante trayectoria y con su facilidad para dejar su huella a la hora de superar líneas tanto con regates como con pases al hueco, Rakitic debe emerger esta tarde para convertirse en una de las piezas clave de Croacia. El destino de su selección depende en gran medida de lo que haga el futbolista del Barça, que puede tener su momento de gloria si aprovecha su gran disparo de media distancia o su buen lanzamiento de falta.
