La compra de Balaídos por parte del Celta sigue generando división de opiniones. Ante los movimientos del accionista mayoritario, en posesión de un 65% del capital, muchos accionistas consideran que sería una magnífica opción que la entidad deportiva tuviera un patrimonio tan importante, pero al mismo consideran que la operación tiene pocas posibilidades de prosperar. Eso sí, los accionistas reclaman del ayuntamiento más ayuda para el club vigués. En la gestión de Carlos Mouriño también existen opiniones diversas. Casi todos dan por segura su marcha de la presidencia y la venta de la entidad.

Ángel Cons tiene diez acciones. Sobre la posibilidad de comprar Balaídos afirma que "no me parece mal el planteamiento. La idea del presidente es hacer un club sólido y con algo propio. Es un buena idea". En ese sentido afirma que "Balaídos se puede rentabilizar de muchas maneras. Ya lo dijo Carlos Mouriño, con tiendas o un centro comercial. Ahora mismo solo da pérdidas". Con esa línea argumental, destaca que "hace muchos años ya fue patrimonio del club. No hay motivos para escandalizarse ahora".

Sin embargo, Abel Caballero, el alcalde de Vigo, rechaza la posibilidad de vender Balaídos. Al respecto, Ángel Cons dice que "se debe buscar alguna fórmula para que exista consenso y diálogo entre todas las partes. Lo que plantea el presidente no es una utopía y se puede hacer. El caso es que se pongan la voluntad y las ganas. El Celta es el que debe salir ganando".

Pablo Vila posee siete acciones. Opina que "comprar Balaídos supondría aumentar el patrimonio del club y eso es bueno. Pero es muy complicado". Insiste en que "la oferta que hizo el presidente es buena. Sin embargo, llegar a un acuerdo no lo veo tan sencillo. El alcalde ha dicho que no y eso es un problema". También señaló que "todo esto me parece un órdago hacia Abel Caballero. No hizo nada por el Celta y ahora creo que debería apoyar. No voy a dudar nunca de la palabra que ha dado Carlos Mouriño". El accionista céltico también destacó que "el presidente ha dejado claras sus intenciones. Incluso pagará las obras de remodelación. Eso creo que es una oferta valiente".

Sergio Costa tiene diez acciones. Las compró en el año 1992. Le costaron 10.000 pesetas cada una (60 euros). Para este accionista, los títulos "representan algo muy sentimental. Sabíamos en aquella época que estábamos salvando al Celta de la desaparición". Según sus cuentas, ahora valen 6 euros cada una. Se muestra crítico con la opción de que el club vigués pueda comprar Balaídos. Al respecto dice que "no me gusta nada. Con un patrimonio así se vendería mejor el club, tendría más valor. Creo que eso es lo que pretende el presidente". A su juicio, "los chinos que quieran comprarlo no son tontos. Se han dado cuenta de que el Celta no tiene ningún patrimonio y así es difícil hacer la operación". Sergio Costa añade que "el club y su presidente deben manejar otros conceptos. El Celta tendría que ser una sociedad anónima sin ánimo de lucro. Sin embargo, aquí el único que gana dinero es él".

Otros accionistas del club vigués se mostraron partidarios de que la entidad compre Balaídos, aunque insistieron en que la operación sería muy compleja y debería imponerse determinadas cláusulas. Una de las principales es que el estadio no se moviera de su ubicación actual. Sobre el valor del mismo, nadie se atreve a poner una cantidad, aunque algunos apuntan a una cifra superior a los cien millones de euros.