El Celta cobró ayer, con laborioso triunfo ante el Granada, un cuerpo de ventaja con el Athletic y deja rezagado al Sevilla en el spirnt que el grupo de Berizzo mantiene con ambos por la quinta plaza. En vísperas del decisivo compromiso del domingo en San Mamés,el equipo vigués tiró del talento de Aspas y Nolito para destrabar en una acción llena de magia un partido que dominó en el primer tiempo y se envenenó tras el intervalo con la reacción de un rival combativo, que no se resignó a su suerte. Tras esta gran victoria, los célticos defienden el quinto puesto mirando de reojo al cuarto.
cambio de dibujo
Últimamente Berizzo acostumbra a reservarse una pequeña sorpresa en la alineación. La de ayer fue la suplencia de Jonny en beneficio de Carles Planas, cuya buena temporada quiso premiar el técnico. Mallo regresó a la banda derecha y Rubén relevó a Sergio en la política de rotaciones de la portería, pero la gran novedad con respecto a Cornellà fue el cambio de esquema, un 4-2-3-1 con Guidetti como delantero centro, Orellana de enganche y Aspas arrimado al costado derecho, aunque intercambiando a menudo su posición con el chileno.
Como se intuía, el Celta asumió la iniciativa y reclamó la pelota en busca del gol frente a un adversario a la expectativa, agazapado a la espera de una oportunidad para conectar la contra. No fue el del Celta un dominio yermo. El grupo de Berizzo movió con soltura la pelota y no tardó en rondar el gol. Nolito y Aspas, en una combinación ganadora sobre la defensa, se lo dejaron en bandeja a Guidetti, que estrelló su remate contra un rival en una posición de disparo franca.
de pronto, un penalti
El delantero sueco encontró sin embargo muy pronto consuelo a su error en una jugada de pura avidez que permitió al Celta ponerse por delante en el marcador. Entró como un ciclón en el área nazarí para recuperar un balón y acabó forzando un claro penalti que Biraghi fácilmente se pudo ahorrar.
aspas se supera
La pena la ejecutó sin compasión Iago Aspas,que anotó desde los once metros su decimotercer gol del curso, a los que hay que sumar el segundo de la tarde, otros cuatro en la Copa y cuatro asistencias que le convierten, de momento, en el atacante más certero del equipo y el mejor socio que podrían encontrar Nolito y Orellana, los tipos creativos en este equipo, además de un buen complemento de Guidetti.El talentoso futbolista moañés ha justificado con creces el elevado precio pagado por el Celta para recuperarlo con un rendimiento por encima de lo esperado, una madurez de la que carecía y una versatilidad y capacidad de sacrificio que han supuesto un notable beneficio para el equipo. Ha compartido el liderazgo del equipo en ataque y no ha dudado en sacrificarse adaptándose a una posición más alejada de la portería para dejar espacio a Guidettti.
un par de sustos
Aunque el Celta gobernó con atoridad el partido e incluso dispuso de un par de ocasiones más para incrementar su renta por medio de Pablo Hernánedez y, sobre todo de Nolito, vivió también un par de sustos en alguna llegada aislada del Granada al y portal de Rubén. Nada más empezar, un extraño tiro de Isaac Cuenca se paseó sobre la línea de gol y, avanzado el primler tiempo Lombán estrelló en el larguero una falta botada por Rochina.
siesta en los laureles
Tras el intervalo, acaso porque el partido se había espesado en el último tercio del primer tiempo y el marcador era favorable, el Celta se echó una pequeña siesta que reactivó al Granada, que multiplicó de modo inquietante sus llegadas al área céltica mientras que equipo de Berizzo se enredaba cada vez que pisaba la de Andrés. Felizmente para los de Berizzo Rubén apareció en el momento justo para evitar con una formidable intervención que Peñaranda estableciese el empate primero y recoger luego un cabezazo incompresiblemente manso de El Arabi.
el granada echa el resto
La entrada del exgranate Fran Rico pasada la hora de juego dio aún mayor profundidad a un Granada dispuesto a echar el resto en busca del empate. Berizzo replicó fortaleciendo el medio campo con Wass. No le sirvió de mucho porque El Arabi, tras una buena intervención inicial del Rubén, desvió lo justo un remate de Rico desde la frontal haciendo inútil la estirada del portero del Celta. El propio Wass cortejó luego el gol con un trallazo desde la frontal para lucimiento de Andrés.
el triángulo mágico
Cuando peor pintaba la cosa,con el rival subido a las barbas, apareció el triángulo mágico (Orellana, Nolito y Aspas) para reconducir el partido. Fue visto y no visto, una acción veloz que el chileno sirvió al sanluqueño para que éste habilitase al moañés elevando sobre la defensa un balón que Aspas,sin apenas espacio, elevó a su vez sobre el portero haciendo su decimocuarto gol en la Liga.
La entrada de Barral,con quien José González,el técnico nazarí, quemó su último cartucho y de Radoja no modificaron ya un final del partido que el Celta administró con eficacia.
