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gimnasia acrobática

En cada paso

La psicóloga Delfina Vicente tutela la recuperación de la joven

Delfina Vicente Santiago, junto a Desirée. // Marta G. Brea

"Te cortaron la pierna, no la cabeza". Desi lo ha escuchado de boca de Delfina Vicente Santiago, en momentos de flaqueza. Ésta admite: "Es una frase fuerte. Pero es la verdad". La psicóloga clínica y deportiva ha tutelado el proceso de recuperación de Desi desde el inicio. Ha compartido con ella la primera ojeada al muñón, el regreso al instituto, las duras horas con el fisioterapeuta... Delfina gestiona cada paso. Calcula que en dos o tres meses habrá concluido la fase más intensiva de su trabajo. En ese punto Desi ya estará preparada. "Debe entender que todo ha cambiado. La vida de antes no va a volver", explica Delfina como plan general. "Pero puede aprender a vivir de forma rápida una vida nueva y buena".

Delfina accede al Flic Flac a través de su hermana, conocida por gente del club. Ya se sabe que a Desi le tendrán que amputar parte de la pierna. La agenda de la psicóloga le permite encargarse del caso que le plantean. Se reúne con las otras gimnastas y sus familias. Charla con los padres de Desi durante varias horas, el día de la intervención quirúrgica. En Desi concentra sus energías.

Su detallada programación es de doble vía: contempla la adaptación a la nueva existencia y la retirada deportiva. Delfina desea que Desi exprese sus emociones. Se empeña en reforzar la autoconfianza de la joven. Quiere evitar a toda costa un exceso de sobreprotección en el entorno. Todavía en el hospital empiezan a retomar los estudios. Delfina se reúne con los profesores. Idean un sistema "on line" para que Desi realice sus exámenes. La introduce de forma controlada en situaciones que puedan generarle estrés. Se ejercitan en la neutralización de los ataques de ansiedad. "No quiero volver al instituto", repite Desi. Pero volverá, con Delfina a su lado en las primeras clases, como en las sesiones de fisioterapia y en la visita al pabellón de entrenamiento.

En ese equilibrio entre la consciencia de su limitación física y la normalización incluye Delfina mil cuestiones que Desi ha de incorporar como rutina: cómo asearse, cómo acudir a un baño público, en qué lugar sentarse en un espectáculo, los itinerarios que se modifican para limitar el riesgo de caída, quién le lleva la mochila de clase en clase en esta fase sin prótesis, aún dependiente de las muletas... Desi se ha despedido de su carrera como gimnasta acrobática o bailarina, pero no de recuerdos que son útiles. "Todo lo consiguió gracias a su esfuerzo", comenta Delfina y es esa capacidad la que la psicóloga quiere que aplique para gritarse: "Soy la campeona olímpica de mi vida".

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