Javier Gómez Noya no da tregua. En Chicago el triatleta ferrolano sumó su cuarto triunfo en las Series Mundiales de cinco posibles, todos en la distancia olímpica. La única prueba en la que no ganó fue en Londres, disputada en la modalidad de sprint, donde acabó sexto.
Pero tras la cita londinense, y pese a no poder entrenarse en las últimas semanas por las molestias en un pie, Noya impuso su ley y dio una nueva exhibición de fuerza en Chicago. El de Basilea había ganado también las pruebas de Auckland (Nueva Zelanda), Ciudad del Cabo (Sudáfrica) y Yokohama (Japón). Este último triunfo en la 'Ciudad del Viento' le permite ampliar su ventaja al frente de la general con un total de 3.742 puntos, 420 más que Mario Mola, tercero en el campeonato del año pasado y que se perfila como uno de los principales opositores al cuarto título del 'hombre de hierro' del deporte español.
El británico Jonathan Brownlee, ganador en la edición de 2102, ausente en la cita norteamericana al igual que su hermano Alistair, cae a la tercera posición de la clasificación, con 2.652 puntos.
En sus inicios, el campeonato del mundo consistía en una sola competición. Gómez Noya ganó con este formato la edición de 2008. A partir de 2009, se realizan una serie de siete competiciones distribuidas a lo largo del año que culminan con una Gran Final. El ferrolano se impuso en las ediciones de 2010 y 2013. Un cuarto entorchado le igualarían en número de títulos con el británico Simon Lessing, que ganó en 1992, 1995, 1996 y 1998.
En los últimos cinco años, Noya ha tenido a los hermanos Alistair y Jonathan Brownlee como principales rivales. El mayor suma dos títulos (2009 y 2011) y el menor, uno (2012). En 2009, el dominio absoluto fue de Alistair, que sumó cuatro triunfos (tres de ellos consecutivos) además de la gran final de Australia. Se impuso en Madrid, Washington y Kitzbühel de forma consecutiva. Después volvió a imponerse en Reino Unido y también en la Gran Final, donde Noya fue segundo. Finalmente se adjudicó el título con un total de 4.000 puntos. Noya fue segundo con 3.959, gracias a su regularidad, ya que fue segundo en Washington, Kitzübhel, y en la Gran Final australiana, además de firmar dos terceros puestos en Madrid y Yokohama.
Al año siguiente, el ferrolano sumaba su segundo título mundial con 3.789 puntos, en una temporada discreta del mayor de los Brownlee. Noya ganó las citas de Hamburgo y Londres y fue segundo en Kitzbühel y en la gran final de Budapest, en la que se impuso Alistair Bronwlee, que volvería a ganar el título mundial en 2011, un año en el que la segunda posición sería para su hermano Jonathan y el tercer puesto para Javier Gómez Noya. En esta edición, Alistair recuperaba su mejor versión para imponerse en las citas de Madrid, Kitzbühel (consecutivas), y Londres, además de la Gran Final de Pekín. Acabó con 4.285 puntos, 293 más que su hermano. Noya fue tercero con 3.671.
En 2012 el título fue para el menor de los Brownlee, que sumaba tres triunfos en San Diego y Madrid, además del de Estocolmo. El ferrolano acababa ese año en segunda posición, a solo 90 puntos del británico. Además del triunfo en la Gran Final de Auckland, el gallego sumó tres segundos puestos y un tercero.
En la pasada edición, Gómez Noya volvió a lo más alto del podio. Arrancó con un triunfo en Auckland, pero luego las victorias se las repartieron los Brownlee (tres para Alistair y tres para Jonathan). En la Gran Final de Londres, sin embargo, el gallego no dio opción y se llevó el título al sumar en su cuenta particular un total de 4.220 puntos, 25 más que el menor de los Bronwlee. Mario Mola irrumpía en el tercer cajón del podio gracias a sus segundos puestos en Auckland y Kitzbüel y el tercero de Londres.
Este año Noya parece no estar dispuesto a hacer concesiones. Su dominio es aplastante. Faltan dos citas, Hamburgo y Estocolmo, antes de la Gran Final, ambas en distancia sprint, que a priori le favorece menos. Como solo puntúan cinco pruebas, es posible que el ferrolano solo dispute una de ellas antes de Edmonton. Mejorar el sexto puesto de Londres le serviría el título en bandeja.