Por culpa del confinamiento tenemos el cuerpo muy mal y carecemos de vida social. Nos queda la opción, al menos, de bailar sin salir de casa, como proponía esta canción de Olé Olé.
Corría el año 1985 y la carismática solista Vicky Larraz y el compositor principal Luis Carlos Esteban habían abandonado el grupo. Fue entonces cuando Tino Azores, ingeniero de sonido, fichó a la madrileña de origen gallego Marta Sánchez, a la que había visto en un concurso de música, para liderar la banda en una nueva etapa que comenzaría con el álbum titulado precisamente "Bailando sin salir de casa". Este fue el segundo sencillo de aquel tercer trabajo de Olé Olé, que contra todo pronóstico siguió por la senda del éxito comercial bastantes años más, convirtiendo además a Marta Sánchez en un mito erótico nacional de las décadas de los 80 y 90.
Me visto, me peino y escucho sonar un grito desde el salón:
"Deberás ser buena alumna, aburrida como las demas"
Pero no tengo la culpa, las piernas se me van
Oohh oh
Bailando sin salir de casa
El sonido es ochentero en el peor sentido de la palabra. La producción no ha superado la prueba del tiempo, por culpa sobre todo de un chirriante sintezador que emula el sonido de una trompeta, un arreglo característico de mediados de los 89. Quizá por ello Marta Sánchez ha actualizado "Bailando sin salir de casa" este 2020 con una nueva versión que mezcla este tema con el "Bailando" de Alaska y Los Pegamoides que mencionamos al comienzo de este artículo y un fragmento de "Another one bites the dust", de Queen. Esta versión mashup la interpretó en enero de este año en el plató del legendario "Luar" de la Televisión de Galicia, sin saber que la letra resultaría profética solo un par de meses después, y que ella misma lanzaría un nuevo tema, "Un mismo corazón", a beneficio de los sanitarios que luchan contra el Covid-19.
