El rey de la baraja está de gira por los teatros de España. El cartomago Juan Tamariz ofrece en su espectáculo "Magia potagia" dos horas de trucos (él prefiere llamarlos juegos) cargados de ilusionismo, telepatía, buen humor, improvisación, misterio y muchas risas.
- ¿Qué novedades tiene su espectáculo?
-Los espectadores disfrutarán de varios de mis juegos clásicos, pero habrá novedades, aunque siempre dentro de mi estilo.
-Hay una participación activa del espectador. ¿Por qué le gusta contar con la colaboración del público?
-Me encanta. Hago participar a los espectadores y también bajo al patio de butacas. Pero el que sube a participar es por voluntad propia. Los que acudan no deben preocuparse porque no obligo a nadie a participar ni hacer bromas si no quieren. Deben salir al escenario para disfrutar. Una de las dudas del público es si van a ver bien los juegos de cartas. No deben preocuparse porque cuando hacemos magia de cerca ponemos una pantalla y aunque estén en la fila 40 ven la carta estupendamente.
-¿En "Magia potagia" solo hay cartas?
-No, también hay efectos de mentalismo y efectos visuales, aunque el grueso del espectáculo son los juegos de cartas porque es como me siento más cómodo, incluso hay juegos con cartas de tamaño gigante.
-¿Cuál es su mejor compañera de viaje?
-Las cartas y mi mujer, la maga Consuelo Lorgia, que en el espectáculo presenta un efecto nuevo, que será una sorpresa pero que gustará mucho a los espectadores.
-¿En la magia hay mucho de psicología?
-La cartomagia o los juegos de mentalismo tienen mucho de psicología porque influye la manera de actuar del espectador, su manera de mirar, de responder...
-¿"Magia potagia" reunirá en el escenario magia y humor?
-Obviamente. No lo llamaría humor porque no cuento chistes ni soy humorista. Diría que "Magia potagia" reúne alegría y risas. Lo que sí habrá es mucho misterio, asombro, magia y fascinación. El público tocará el arco de la ilusión y, a la vez, todo estará envuelto de alegría y buen humor.
-A los 6 años pidió una caja de magia. ¿Cómo ha mantenido la ilusión por este arte durante tantas décadas?
-No tengo ni idea de cómo, pero se ha mantenido, y en las próximas treinta décadas voy a hacer lo mismo.
-¿Qué es lo fundamental a la hora de crear un juego?
-Hay que pensar en algo que sea milagroso, un milagro laico. El juego debe colmar un deseo que todos tenemos. Por ejemplo, que alguien pierda un brazo y que venga el mago, haga plum, y se lo restablezca. O tener la idea de gastar todos los bienes que tenemos en comida y que se vuelvan a reproducir. Todo esto hace que este efecto que uno va a crear colme en el juego los deseos y guste a los espectadores y a uno mismo, que también es muy importante.
-¿Cuál es el último juego que ha creado?
-El último todavía no lo voy a presentar, pero el penúltimo son juegos en los que varios espectadores participan al mismo tiempo y les coincide a todos de una forma misteriosa el pensamiento que han tenido. Se quedan pasmados. El resultado es muy divertido.
-¿Cuánto tiempo puede tardar un mago en crear sus trucos?
-Depende. Hay juegos en los que ese día las musas están de parte tuya y en una semana te lo van susurrando y vas apuntando. En cambio, otras veces puedes tardar años porque hay alguna parte del juego que se resiste y las musas van jugando contigo y no te dicen nada.
-¿Qué juego le inspira el verano?
-Me inspira la aparición múltiple de cubitos de hielo entre las manos y pegaditos al cuerpo. No estaría mal este juego (risas).
-¿Fuera del escenario cuándo le gustaría hacer "Magia potagia"?
-A mí me encanta la humanidad. Cada vez que estoy con alguien, disfruto de que se forme la magia de la comunicación y del buen rollo. Me gustaría hacer "Magia potagia" para que no haya odio ni guerras. A ver si este Trump se nos va de paseo un tiempo.
-¿Y qué truco le haría a Donald Trump?
-No le haría desaparecer, pero sí que haría que apareciera en una isla perdida y que estuviera allí durante treinta años.
-¿Para qué sirve hacer magia?
-Nos pone de buen humor. Como todo arte, nos produce una satisfacción que no se puede expresar con palabras. Es como cuando ves un buen cuadro u oyes una buena música, te provoca una alegría interior y te produce una vivencia positiva. La magia saca al niño o la niña que uno lleva dentro. Nos gusta esta recuperación de la parte bonita de la infancia.
-¿Qué momento vive la magia en España? ¿Hay buena cantera?
-Vive un momento muy bonito. Ahora mismo hay una nueva generación que ya está siendo conocida fuera de España. Algunos ya son más conocidos en China, en Japón o en Estados Unidos que aquí, pero van regresando y hay una generación extraordinaria.
-¿Qué es lo peor que le puede pasar a un mago?
-Lo peor es que pierda la ilusión, que se desilusione.
