Una casa "okupada" por abejas en Fofe

Una viguesa compra su vivienda en invierno y varios enjambres la invaden en primavera

Abejas intentando entrar en la cámara de aire del tejado.  // D.P.

Abejas intentando entrar en la cámara de aire del tejado. // D.P. / verónica palleiro

Verónica Palleiro

Comprar una casa en invierno y descubrir, en primavera, que el suyo es también el hogar elegido por cientos de abejas para producir miel es la pesadilla que está viviendo una viguesa. Mónica decidió comprar una vivienda en Fofe, parroquia de Covelo, y jamás pudo imaginar que unos meses después de la adquisición iba a tener una invasión de abejas como “okupas”.

Abejas intentando entrar en la cámara de aire del tejado.   | // D.P.

Un amigo de Mónica con un recipiente lleno de abejas muertas. // D.P. / verónica palleiro

Su vivienda, de piedra, de arquitectura tradicional gallega, y con dos dormitorios, no ha sido ninguna ganga del mercado inmobiliario y, sin embargo, tenía “trampa”. Ya con las primeras floraciones, varios enjambres de abejas decidieron crear sus colmenas en la cámara de aire del tejado. Esta “invasión” no surgió de la nada, en la cámara de aire existían desde hace años panales de miel y cada primavera las abejas regresan para reutilizarlos, una circunstancia que se le ocultó a Mónica al venderle la casa.

El inmueble fue reformada en 2009 y durante las obras quedó mal sellada la cámara de aire. Desde entonces, otros inquilinos, en régimen de alquiler, sufrieron la misma visita de las abejas, pero hasta la compra, Mónica desconocía estos “vicios ocultos” de la casa.

Fue en marzo, cuando la nueva propietaria avistó las primeras abejas muertas en el suelo. Ese hallazgo no era más que un aviso de lo que se encontraría en mayo. “Hasta por cinco puntos distintos del tejado hemos visto enjambres de abejas entrar, por las tejas e incluso agujereando el encintado de la piedra”, explica Mónica.

Consecuentemente, a esta viguesa no le ha quedado más remedio que utilizar únicamente la planta baja de su vivienda , desesperada porque nadie le ha sabido dar una solución al ser las abejas una especie protegida.

Contacto con especialistas

Ha contactado con el Concello de Covelo, el 112, el 012, Seprona, Diputación de Pontevedra, Asociación Gallega de Apicultores, con tres apicultores particulares, con cuatro empresas de control de plagas y con dos empresas de seguros. La conclusión es que si fuesen velutinas, al ser una plaga, vendrían a exterminarlas, pero en su caso, el único modo de conseguir que se vayan de su casa es hacer obras en el tejado para quitar los panales de la cámara de aire y sellarla bien.

“La única solución que me ha dado la Asociación Gallega de Apicultores es que cuando reforme el tejado podrán venir unos apicultores a retirar los panales”, comenta Mónica, que se ve abocada a denunciar en el juzgado los “vicios ocultos” de la vivienda y reformar la casa que compró hace medio año.

Por el momento, a Mónica solo le ha picado una. “Estaba durmiendo y había una abeja en la almohada, me giré sobre ella y me picó en la cara, pero no son agresivas si no se ven amenazadas”, indica esta viguesa con conocimientos adquiridos “a la fuerza” sobre esta especie.

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