El sector ferroviario de la central sindical CC OO se reunió ayer con la directiva de la Asociación de Empresarios de Redondela para abordar la necesidad de implantar una red de cercanías que mejore el transporte de viajeros y mercancías desde esta localidad a las principales ciudades gallegas. Esta iniciativa ferroviaria, que englobaría también al sur de la provincia, consideran que tendría un importante impacto económico y potenciaría las conexiones con el norte de Portugal, especialmente desde la línea del Miño, actualmente infrautilizada, dando servicio a una población de alrededor de un millón de personas entre ambos lados de la frontera.
El secretario general provincial del sector ferroviario de CC OO, Antón Conde, asegura que esta red de proximidad, junto al plan director que potencia el Corredor Atlántico, “son palancas fundamentales para el desarrollo económico y el progreso social de la provincia de Pontevedra”. Desde el sindicato están intentando consensuar con regidores municipales, empresarios, instituciones y otros agentes sociales este plan de transporte “eficaz y sostenible” en un momento en el que se requiere por parte de los poderes públicos una apuesta decidida por una movilidad más sostenible, reduciendo el uso del transporte privado, y potenciando el ferrocarril de proximidad con “más frecuencias y trenes económicos” para mover a la población hacia los centros industriales, comerciales y de formación.
"Resulta imprescindible que se cuente con las cuatro estaciones ferroviarias de Redondela y la intermodalidad"
El presidente de la Asociación de Empresarios de Redondela, Enrique Lago, destacó la necesidad de mejorar en la comarca la logística del transporte ferroviario de viajeros. “Resulta imprescindible que se cuente con las cuatro estaciones ferroviarias de Redondela y la intermodalidad, combinando distintos medios de transporte, para potenciar el turismo y el comercio en toda el área de influencia”, señaló Lago.
El municipio redondelano, con 30.000 habitantes, dispone actualmente de dos estaciones –la del Eje Atlántico y la de A Portela– y otros dos apeaderos –A Picota y Cesantes–, y en todos los casos se encuentran infrautilizadas. Además hace una década se suprimió el apeadero de Chapela, que daba servicio a 8.000 habitantes. “Todo este volumen de población tan importante vive de espaldas al tren. Llega el momento de preguntarse por qué sucede esto y corregirlo”, indicó Lago, que considera que debería darse una solución de continuidad con transportes alternativos, habilitándose espacios para el aparcamiento de vehículos y estaciones de recargas para coches eléctricos.
