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Depuradora y saneamiento de Gondomar se reparten la culpa de la contaminación de A Foz

Un estudio del IES Val Miñor de Nigrán con la colaboración de la Universidade de Vigo apunta a ambos como principales focos, en contra de lo que afirman Xunta y Concello

Las alumnas investigadoras María Valtierra y Laura Chamorro, con el profesor Juan Hermida, en el laboratorio del IES Val Miñor.

Ni la depuradora de Gondomar es la principal causante de la contaminación de A Foz como mantiene el Concello para exigir a la Xunta una ampliación, ni tampoco lo es el deterioro de la red de saneamiento y sus filtraciones a los ríos Miñor y Zamáns, como indica el organismo autonómico Augas de Galicia para defender el funcionamiento de la instalación que debería encargarse de limpiar las aguas fecales. El origen parece estar en ambos focos, a partes iguales. Así lo revela un estudio realizado en el IES Val Miñor de Nigrán.

Sin más medios que la colaboración de la Universidade de Vigo, una alumna de 2º de Bachillerato de Ciencias de la Salud, Laura Chamorro, ha sacado reveladoras conclusiones acerca de un problema que mantiene el estuario de A Ramallosa cerrado al marisqueo desde hace una década y del que ninguna administración se ha hecho cargo, pese a las amenazas de sanción de la Unión Europea.

"No hace falta gastarse un dineral para concluir cuál es el problema de A Fo”, explica el profesor de Biología Juan Hermida

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Laura participa en un programa de investigación con el que el centro educativo nigranés ha cumplido un doble objetivo. Por un lado, ha preparado a los estudiantes para sus futuros trabajos fin de grado y, por otro, ha despejado una incógnita a la que las instituciones dan vueltas desde hace años y ha demostrado “que no hace falta gastarse un dineral para concluir cuál es el problema de A Foz y solucionarlo”, explica el profesor de Biología Juan Hermida, tutor del trabajo.

El alcalde de Gondomar, Francisco Ferreira, anunció recientemente el encargo de un estudio científico para determinar de dónde procede el principal aporte de bacterias e-coli –principal indicador de contaminación fecal– para ponerle fin. La investigación de la joven nigranesa lo deja claro. Tomó muestras en diez puntos río arriba desde la marisma hasta el embalse de Zamáns y las analíticas realizadas en el laboratorio de Ecoloxía Mariña de la Facultade de Ciencias do Mar de Vigo descubrieron los principales niveles de bacterias fecales en tres de ellos: en la propia desembocadura de la marisma –donde confluyen los ríos Miñor, Groba y Belesar–, en el desagüe de la EDAR de Mañufe y en el río Zamáns a su paso por la Avenida Diego Sarmiento de Acuña. Si los parámetros de calidad de las aguas exigen que los coliformes estén por debajo de 1.000 ufc/100ml, los niveles se disparan en los tres mencionados puntos. Donde el estuario se une con el mar aparecen 14.962,4 , en la depuradora 17.911,3 y en la parte alta del núcleo urbano que recibe las tuberías procedentes de Vincios, 16.185.

El de Laura no es el único trabajo del instituto alrededor de A Foz. María Valtierra, otra estudiante, se ha centrado en la contaminación, pero no del agua, sino de los sedimentos, también bajo la tutoría de Juan Hermida y con el apoyo del mismo laboratorio universitario. Comparó para ello el estuario del Miñor y la playa de Codesal, en A Guarda. Tras analizar diversos parámetros, concluyó que el crecimiento demográfico del Val Miñor en los últimos 50 años ha provocado una contaminación de origen orgánico que reduce la presencia de praderas de zostera noltei, una planta fundamental para el desove de peces.

Los trabajos están ya a disposición de la Plataforma pola Protección da Foz do Miñor. En cuanto pasen las pruebas de acceso a la universidad en las que están centradas estas últimas semanas del curso, tanto las alumnas como el profesor se ofrecen a exponerlos en los concellos miñoranos.

Las dos jóvenes investigadoras toman muestras para su trabajo en A Foz.

Alumnas de excelencia y futuras sanitarias

“En un contexto general de alumnos desmotivados, encontrar algunos que se impliquen en un trabajo como este es muy de agradecer”, destaca el profesor Juan Hermida, en el centro en la imagen. Y es que Laura Chamorro, a la derecha, y María Valtierra , a la izquierda, son dos alumnas de excelencia que, además de buenas notas, tienen afán por “saber más” acerca de lo que las rodea y, en plena pandemia, por poner sus conocimientos al servicio de la salud. Laura ha terminado el Bachillerato con una media de 8,33 y quiere estudiar Enfermería. María ha alcanzado un 9,95 y pretende cursar Medicina.

 

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