Mientras el Concello de Vigo ha anunciado “tolerancia cero” con los grafitis, con una campaña de limpieza y agentes de paisano para identificar a los autores de pintadas en espacios públicos, en Chapela “llevamos más de diez años con una invasión de garabatos que contribuyen a aumentar la sensación de marginalidad de la parroquia”. Así lo advierte la Asociación de Vecinos, que aclara que pintarrajear paredes o el mobiliario urbano es “un acto vandálico que algunos se atreven a llamar arte urbano”.
El colectivo vecinal que preside Marcial Pérez alerta de que “estos vándalos no respetan ningún tipo de edificación o mobiliario y con su inconsciencia, no se dan cuenta de la imagen de pueblo marginado que van dejando, ni de los gastos que ocasionan la reposición y limpieza tanto a particulares como al erario público”.
La secretaria de la AVV de Chapela, Ángela Méndez, incide en que “la autopista está plagada de pintadas y el pabellón tiene un aspecto penoso” por los garabatos o ‘tags’ que se extienden hasta las paredes del centro de salud, la iglesia de San Fausto, el multiusos, la piscina, centros educativos, marquesinas, contenedores, fuentes y portales. “No queda nada en esta parroquia sin las vandálicas pintadas”, dice.
Méndez, en nombre de la AVV, señala que “llevamos denunciando estos actos desde hace años, a los gobiernos anteriores les pasamos incluso vídeos y fotografías en las que se puede identificar a varios de los autores de pintadas in fraganti”, pues algunos se jactan en las redes sociales de sus acciones “con total impunidad”. Añaden los vecinos que aún así “no se toma ningún tipo de medidas, ni la Policía ni los actuales gobernantes parecen estar interesados en solucionar este grave problema a pesar de nuestras continuas reclamaciones”. Desde el colectivo vecinal de Chapela consideran “inconcebible que no se actúe de oficio, obligando a los autores a reponer todos los daños ocasionados” y si se trata de menores de edad, “que paguen sus padres”.
Competencias
Desde el gobierno local indican al respecto de estas quejas que el Concello “limpia y adecenta” los edificios municipales en cuanto se detectan pintadas, pero no puede actuar en espacios ajenos a sus competencias como la antigua estación de tren (en terrenos de Adif) o los márgenes de la AP-9 (que pertenecen a Audasa). Ante la proliferación de pintadas que observan los vecinos, el Concello pide “que lo denuncien a la Policía”, que ya está advertida e incrementará patrullas para localizar a los vándalos.
