Trabajos de contención en la ribera. | JOSE LORES

Gondomar se arriesga a perder uno de sus mayores tesoros patrimoniales si no actúa con urgencia. El puente románico de Mañufe está en serio peligro de derrumbe. Los trabajos de retirada de sedimentos y contención realizados en el entorno en las últimas semanas por 22.000 euros han sacado a la luz el deterioro de uno de sus pilares. Así lo confirma el arquitecto municipal, José Antonio Álvarez, que ultima un informe sobre el deterioro del monumento arquitectónico del siglo XII y la intervención necesaria para evitar el colapso. El gobierno municipal espera sus indicaciones para actuar y “evitar la pérdida de un bien patrimonial importantísimo”, según confirma el alcalde, Francisco Ferreira.

El deterioro se centra en la sillería de uno de los dos tajamares a la vista que, según señala el técnico, podría derrumbarse con una simple riada. El otro fue reparado ya en 2013, tras comprobarse también su mal estado tras otra limpieza en la zona. Se le colocó entonces un refuerzo de piedra y la obra de urgencia prevista ahora será similar y, en todo caso, provisional, deja claro el regidor.

Y es que el gobierno municipal quiere “recuperar y conservar” el viaducto más antiguo de la comarca con una intervención “potente”. Construido en 1140 sobre otro puente de origen romano –según los datos que recoge el trabajo “Pontes Históricas de Galicia” del Colexio de Enxeñeiros de Camiños, Canles e Portos– el puente de Mañufe es anterior al emblemático de A Ramallosa y sobre él discurre el Camiño Portugués do Norte, que comienza en Barcelos, entra en Galicia por Goián y se une en Redondela con otras ramificaciones de la ruta jacobea.

Pese a su relevancia histórica, ha sido maltratado por las administraciones durante las últimas cinco décadas. Soporta tráfico de todo tipo, incluso pesado, desde que sus adoquines fueron cubiertos de asfalto en los años setenta del pasado siglo, se eliminaron los pretiles para ensanchar el vial y se colocaron vallas metálicas en los extremos. Hace una década, la Xunta le “colgó” las tuberías del saneamiento e instaló un pozo de bombeo al lado.

Para recuperar el aspecto original en la medida de lo posible, el gobierno local ha retomado un anteproyecto del arquitecto local Antonio Soliño para rehabilitar el monumento y el vial desde el cercano Cruceiro do Acordo hasta la iglesia parroquial. La inversión que estima el profesional ronda los 600.000 euros, por lo que el Concello se vería obligado a “buscar apoyo económico en la Diputación”, explica Ferreira.

Paralelamente al diseño de Soliño, que propone una pasarela peatonal paralela, el gobierno tratará de retirar el tráfico, al menos el pesado, del puente medieval, a través del Plan Xeral. El avance del documento plantea, explica el regidor, un vial de circunvalación que parte de la estación de autobuses hacia Mañufe, que desviará la circulación.

Asimismo, en la agenda del gobierno municipal está la creación del demandado sendero fluvial desde el viaducto hasta el futuro parque lúdico canino previsto en el centro urbano.