"Esto no es un circuito de Fórmula 1", reclaman los vecinos de Covelo, cansados de las carreras de coches ilegales que perturban la seguridad viaria del municipio. Aunque el problema lo vienen sufriendo desde "hace tiempo", la gota que colmó el vaso fue el choque frontal en el que hace menos de un mes perdió la vida una vecina y otras ocho personas resultaron heridas. El suceso, provocado por una carrera entre otros tres vehículos, mantiene conmocionado al pueblo, que ha comenzado a recoger firmas con el objetivo de entregarlas en la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra para reclamar mayor seguridad en sus carreteras. Una petición similar a la que ya hizo hace un par de semanas el alcalde, Pablo Castillo, pidiendo a la subdelegada que aumentara la vigilancia en el municipio.

"Todo el pueblo está involucrado, pero queremos que la gente de fuera que viene los fines de semana a nuestras playas o restaurantes también nos apoye", comenta un representante vecinal, indicando que en "farmacias, restaurantes, estancos, etc." hay hojas para firmar. Covelo apenas llega a los 2.500 habitantes, pero los fines de semana registra muchas visitas de forasteros que acuden a disfrutar de la playa fluvial de Maceira o de sus sendas. "Todas esas personas también son usuarias de nuestras carreteras", consideran los vecinos, haciendo hincapié en que las carreras de coches no solo ponen en peligro a otros conductores, sino también a peatones, ciclistas y animales.

En la zona apenas hay aceras, por lo que, además de incrementar la vigilancia, solicitan algún tipo de actuación en el entorno que mejore la seguridad viaria. Para ello están a favor de que se coloque una sucesión de pasos de cebra elevados. En la PO-261 hay solamente uno y, según un testigo, el día del accidente mortal, el coche iba a tal velocidad que, al pasar por él, "voló por los aires". "He visto muchos accidentes en mi vida, pero ninguno tan brutal como ese", atestigua.

Las carreras no solo se producen en los viales secundarios. "Ahora hasta se atreven a meterse en el centro del pueblo", asegura un vecino, obligando a clientes de terrazas o viandantes a refugiarse por miedo. Ante situaciones así, los representantes vecinales solicitan al resto de testigos que graben vídeos, porque, aunque llaman a la Guardia Civil en el momento, "cuando llegan ya escaparon y es imposible pillarlos".

"El riesgo está en todos lados", lamentan los afectados, que ayer se reunieron para valorar acciones reivindicativas que frenen las carreras de coches ilegales. "Hay marcas de neumáticos hasta en el centro del pueblo", denuncian.