La primera área de baño vecinal del Val Miñor está en Couso y permite al medio centenar de habitantes de la parroquia gondomareña darse un chapuzón al lado de casa, lejos de las aglomeraciones de las playas de Nigrán y Baiona. La comunidad de montes ha reconvertido la antigua presa de regadío de As Pisqueiras en piscina de 200 metros cuadrados para ayudar a los vecinos a afrontar las altas temperaturas del verano del Covid-19.

Con 20 metros de largo por 10 de ancho y una profundidad de 1,15, la piscina se enmarca en una gran zona de ocio de 5 hectáreas en la que se ha reformado también un antiguo pilón para el baño seguro de los más pequeños y se ha habilitado un gran bosque autóctono para ganar terreno a las especies invasoras. "Eliminamos pino y eucalipto y plantamos 198 castaños para producción, además de acondicionar pistas para caminar o andar en bici", explica el presidente de la comunidad de montes, Xosé Antón Araúxo.

Hace un año que la ONU reconoció como ejemplo mundial los proyectos de los comuneros de Couso. El organismo internacional valoraba su gestión sostenible, con medidas de restauración ambiental y medios de vida para la comunidad que generan empleo, salud y tejido social. A sus iniciativas de cultivo de frutos rojos o setas shiitake o la de castañas que arrancará este otoño para diversificar el uso del monte y crear puestos de trabajo se suma ahora esta que oferta una alternativa de ocio a los vecinos y trata de proteger su salud.