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Más de mil árboles quemados amenazan con caerse sobre viales y cables en Nigrán

Siguen en pie en más de 400 montes privados de Chandebrito y Camos y sus dueños se arriesgan a multas por no talarlos - Las borrascas "Elsa" y "Fabien" derribaron medio centenar

Víctor Vidal y Antonio Fontán revisaban ayer el tendido eléctrico que destrozó un árbol al caer, ya restituido aunque a pocos metros de árboles quemados y en riesgo de desplome. // N.P.

Dos años después de acabar con la vida de dos vecinas y arrasar algo más de 600 hectáreas de superficie forestal en Chandebrito y Camos, la brutal oleada de incendios de octubre de 2017 sigue inquietando al municipio de Nigrán. Las comunidades de montes han cortado y retirado la madera quemada de sus terrenos, pero todavía quedan más de mil árboles calcinados en pie en más de 400 parcelas privadas de monte, las conocidas como "tomadas", que suman unas 350 hectáreas. Sin vida ni raíces que los sostengan firmes al terreno, los ejemplares presentan un claro riesgo de caída sobre los viales y los cables eléctricos si el viento arrecia. Así lo advierten los dirigentes de las sociedades mancomunadas de ambas parroquias nigranesas, preocupados tras las incidencias en el suministro eléctrico y el tráfico rodado de los últimos días.

Las borrascas "Elsa" y "Fabien" derribaron en torno a medio centenar de troncos desde el jueves en las dos parroquias. Cuarenta bloquearon viales en Chandebrito hasta que los bomberos del GES Val Miñor los cortaban y retiraban. Allí mismo, otro tronco destrozó un muro particular y otro se desplomó sobre la línea de media tensión y dejó a toda la parroquia sin suministro eléctrico. Tras un apagón de 12 horas, la compañía Naturgy instaló tres generadores. Los operarios restituían todavía ayer el cableado mientras los barrios de Pracíns, As Rozadas y As Tomadas continuaban conectados a grupos electrógenos.

Los comuneros temen que la situación se repita con cada fuerte borrasca y piden soluciones mientras que los propietarios se arriesgan a multas de hasta 3.000 euros de la Xunta. Y es que el plazo que otorgaba el Ejecutivo gallego para crear franjas de seguridad que eviten futuros incendios finalizó hace un año.

En Chandebrito son más de doscientas las "tomadas" en esta tesitura, casi todas en torno a los 12 kilómetros del vial que conecta Vincios con Nigrán y a otros 4,5 kilómetros del que se dirige a Fragoselo. "O problema é que moitos dos donos non saben nin onde teñen os terreos e que os madeireiros non veñen por parcelas pequenas coma estas, que non adoitan chegar nin aos mil metros cadrados", explican el presidente y el vicepresidente de la comunidad de montes de Chandebrito, Víctor Vidal y Antonio Fontán, quienes hacen un llamamiento a la operadora eléctrica y a Telefónica para que renueven el tendido, "que rompe ao caer as árbores pero tamén porque está deteriorado co paso dos anos". La entidad, que ya ha reforestado sus terrenos con más de 20.000 árboles y prevé plantar muchos más, sigue de cerca los trabajos de recuperación tras los temporales, además de facilitar a los vecinos hojas de reclamaciones ante posibles daños. Aseguran que el apagón dañó los aparatos de ADSL en cuarenta hogares.

En el centenar de montes privados de Camos fueron una docena los pinos que se cayeron sobre distintas calzadas. El presidente de su comunidad de montes, Juan Vázquez, también pide la colaboración de los dueños, aunque es pesimista. El colectivo trató hace meses de organizar una tala conjunta en contacto con madereros precisamente para evitar los riesgos actuales, "pero a xente non está pola labor", lamenta .

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