La playa de A Lamiña, en A Guarda, ya está protegida por una escollera provisional que frenará la erosión del litoral que ya se ha comido varios metros de costa y amenazaba con adentrarse en un pinar protegido dentro de la Red Natura. La actuación llega, según el Concello, "después de casi dos años de gestiones por parte del alcalde, Antonio Lomba, y cuando la situación, en el punto más crítico de la playa, hacía prever que la duna no aguantaría un invierno más y se produciría la inundación de la depresión existente tras ella".

Costas do Estado, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, ejecutó dicha obra solicitada con urgencia desde el Concello. Al tratarse de una actuación urgente, puntual, de poca longitud y de carácter provisional no fue necesario un estudio de evaluación ambiental, tal y como indica la Ley de Evaluación Ambiental. No obstante, la solución definitiva, cuyo proyecto está en fase de redacción, "deberá tener las garantías medioambientales necesarias" que señala la Consellería de Medio Ambiente en su informe, asegura el Ayuntamiento guardés en un comunicado.

En el mismo, recuerdan que "estamos a la espera de que finalice la redacción del proyecto definitivo de estabilización. Esperamos que contemple la construcción del dique-escollera propuesto en el informe técnico del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas como alternativa 5. Esta fue desde el principio la que entendíamos como solución de futuro a largo plazo que permitiría la protección y regeneración de la playa y el entorno dunar".

Mientras esa solución no llega, el actual dique resguardará al arenal de los temporales invernales que propician su desaparición. Tiene setenta metros de largo, está conformado por piedras de 2.000 kilos y ha tenido un coste de 130.000 euros.