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REDONDELA

El patrón mayor descarta el riesgo de quiebra de la cofradía

Bastos garantiza que el pósito es "solvente" y tiene "al corriente los pagos" - Admite una caída de la facturación del 30% este año

El patrón mayor de la cofradía de Redondela, Clemente Bastos. // FdV

El patrón mayor de la cofradía de pescadores "San Juan" de Redondela, Clemente Bastos, lanzó ayer un mensaje de tranquilidad de cara a los socios y clientes de esta entidad, y pese a la fuerte caída de la facturación en los últimos meses -hasta un 30%-, descarta que exista riesgo de quiebra.

El dirigente del pósito admite que se atraviesa por una complicada situación económica que obligará a realizar ajustes, pero niega que se esté al borde de la suspensión de pagos como aseguraron en los últimos días desde un sector de la cofradía. "Hay solvencia y que nadie ponga en duda que los socios seguirán cobrando como hasta ahora. Se produjo un pequeño retraso por el cambio de secretario, pero ahora los pagos ya están casi al corriente", justifica.

El responsable de la cofradía explica que las previsiones económicas no son buenas, ya que este año no se prevé superar el millón de euros de facturación, cuando el ejercicio pasado se alcanzó una cifra de 1.587.000 euros. Una situación que atribuye a distintos factores, como un descenso en el número de socios por jubilaciones, así como la fuerte caída del número de embarcaciones en el marisqueo a flote, al pasar de 50 a tan solo 17. A esta situación también se une una importante bajada del número de personas que se dedican al marisqueo a pie. Para superar este revés se presentó a la junta general un plan de viabilidad que fue encargado a especialistas que contemplaba varias medidas para garantizar un futuro estable. La primera de las iniciativas planteadas fue proponer a los trabajadores que asumieran un recorte del 18% en sus retribuciones, y una subida del 1% de la comisión de venta (del 5% al 6%), algo que fue descartado por los socios.

Al no aceptarse esta decisión, la siguiente propuesta fue formular un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que contemplaba el despido de tres de los seis trabajadores con los que cuenta la entidad. Aunque en un principio fue aprobado por la junta general -como se refleja en acta-, Bastos afirma que unos días después fue revocado por parte del citado órgano de gobierno.

Ante esta situación de división en la junta general, en la última asamblea de socios se acordó formar un grupo de trabajo formado por seis miembros -dos del sector del cerco, dos del marisqueo a pie y otros de a flote- para buscar fórmulas diferentes que garanticen el futuro. "Las propuestas que presenten se llevarán ante la junta general para tomar una decisión, y esperemos que haya consenso para que puedan ser aprobadas", dice Bastos.

En caso contrario, la única alternativa que quedaría es convocar nuevas elecciones y elegir una nueva junta que dirija el destino de la cofradía.

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